Charles ha atravesado un año devastador desde la trágica muerte de su novia, Lily. Sumido en un abismo de dolor y desesperación, su existencia carecía de sentido. Sin embargo, la vida le brinda una inesperada oportunidad de reunirse nuevamente con e...
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Lily escuchaba con atención mientras Charles relataba los detalles de aquel fatídico día.
Ella había fallecido el 16 de octubre de 2023, en el cumpleaños de Charles. Le recordaba vívidamente cómo se dirigían a casa, un coche venía en sentido contrario y no tuvo tiempo de reaccionar, lo que resultó en un choque inevitable que acabó con la vida de ella.
El corazón de Lily dejó de latir al instante, y no hubo oportunidad de reanimarla. Charles recordaba cada instante con dolor: cómo intentó salir del auto para ayudarla, el cuerpo de su novia se encontró entre los dos autos y vio el peor de los impactos sobre ella. Los gritos desesperados al verla en ese estado fueron traumáticos.
Ver al amor de su vida dejar de respirar mientras él se sentía impotente fue una experiencia devastadora.
Charles hubiera preferido haber sido él quien hubiera fallecido en lugar de Lily. Haberla perdido era un dolor insoportable.
La chica jugueteaba nerviosamente con sus manos, visiblemente afectada por lo que escuchaba. Charles no dudó en tomar sus manos para tranquilizarla, aunque en realidad era él quien necesitaba consuelo.
—No logro recordar nada—dijo Lily, levantando la mirada hacia Charles.
—¿No recuerdas cómo llegaste aquí?— preguntó él con preocupación.
Ambos estaban confundidos.
Charles creía que estaba alucinando o estaba en una especie de sueño del cual no quería despertar.
Si le dijera a alguien lo que está pasando, muy probablemente lo lleven al psiquiatra al encerralo.
Ella negó con la cabeza.
—Solo recuerdo haber despertado esta mañana y empezar a preparar tu pastel favorito para celebrar tu cumpleaños. Sabes cuánto te gusta el pastel de fresas—explicó con una sonrisa nostálgica.
Charles sonrió ligeramente ante el gesto de Lily.
Extrañaba esos detalles de ella.
—Eso significa que no recuerdas nada sobre el accidente.
—No, ahora siquiera estoy segura de si soy real—respondió Lily con tristeza.
Charles la atrajo hacia él, abrazándola y dejando un suave beso en su sien.
Su mano cálida acarició la suya, transmitiendo una sensación de seguridad y apoyo.
Lily notó las uñas maltratadas de Charles, producto de la ansiedad, al igual que algunas marcas en sus brazos las cuales fueron lo que mas llamósu atención. No quiso preguntar que eran porque podía tener una idea de lo que se trataba, pero preferió borrarla de su mente.
—No es tu culpa— dijo Charles con firmeza, leyendo los pensamientos de Lily.
—Por mi culpa has estado sufriendo todo este tiempo. Si tan solo te hubiera hecho caso y hubiéramos ido directo a casa, tal vez todo sería diferente ahora— susurró Lily, luchando contra las lágrimas.
Charle también se había hecho esa idea muchas veces desde aquel fatídico día. Sabía que no había marcha atrás, pero seguía preguntándose si las cosas habrían sido diferentes si hubieran tomado otro camino.
—Me siento como en un sueño—confesó Charles, mirando fijamente a Lily.—No puedo creer que estés aquí.
La mirada de Lily se suavizó.
—Es mi culpa, ¿verdad?—preguntó, luchando contra las lágrimas.
—No lo es—respondió Charles con firmeza, mirándola a los ojos.—No pienses así.
—Morí en tu cumpleaños—dijo Lily con pesar—¿Cómo es posible eso? Prometimos que nunca nos haríamos daño y te he fallado.
Charles encogió los hombros, incapaz de encontrar una respuesta satisfactoria. Ella no tenía culpa de nada.
—Lo siento—sus disculpas resonaron en la habitación.
Se había disculpado innumerables veces por su muerte, pero Charles sabía que no tenía la culpa de lo que había sucedido. Fue un accidente trágico causado por la negligencia de otro conductor. Había sido culpa del otro auto quien iba en estado de ebriedad a una velocidad excesiva.
Él había sobrevivido al accidente. Ni siquiera tuvo afectaciones de gravedad, sólo una pequeña contusión por el impacto, de la cual se recuperó a los días.
Eso había hecho enfadar tanto a Charles, pero en ese momento no pensaba en cobrar algún tipo de venganza, solo buscaba la manera de recuperar a su novia.
—¿Qué ocurrió después? ¿Y mis padres?– preguntó Lily, preocupada.
—Tus padres estuvieron muy afectados por la pérdida de su única hija, pero lo han sabido manejar, son fuertes.
—¿Ellos siguen aquí en Mónaco?
Charles negó.
—No, para ellos era demasiado seguir aquí, así que decidieron mudarse a Francia, no tan lejos, pero suelen venir a visitar tu lápida.
—¿Y mi trabajo?
Lily era doctora, le encantaba ayudar a los más pequeños, por eso no dudó en estudiar la especialidad en pediatría, estaba en su último año cuando ocurrió el accidente.
—Todos en el hospital lamentaron tu pérdida. Ha cambiado mucho desde que no estás aquí.
Lily pensaba que seguían en 2023, pero ahora se daba cuenta de que estaba en una realidad diferente, una en la que ella ya no formaba parte de la vida de los demás.
La pregunta ahora era, ¿cómo había regresado a la vida? ¿Cuál era la finalidad de su visita?
