Charles ha atravesado un año devastador desde la trágica muerte de su novia, Lily. Sumido en un abismo de dolor y desesperación, su existencia carecía de sentido. Sin embargo, la vida le brinda una inesperada oportunidad de reunirse nuevamente con e...
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Al parecer, ahora era una nueva temporada, un nuevo verano y un nuevo comienzo para la vida de muchos. Entre ellos, Charles.
En cuanto Charles bajó del monoplaza, el equipo entero se abalanzó sobre él felicitándole por haber obtenido su primer podium después de tanto tiempo.
Todos gritaban y coreaban su nombre, inclusive cada piloto se acercó a él para darle un abrazo y felicitarle.
Todos estaban felices por él, cada día volvía poco a poco a ser aquel chico alegre, con sueños y metas que aún está dispuesto a cumplir; por ella.
Charles también se sentía feliz, su corazón vibraba de un modo que hacía tanto no sentía; esa sensacion de calidez.
Habían pasado alrededor de ocho meses desde la visita de Lily, y Charles sentía una gran calma en su ser.
El tiempo pasaba volando, y aun recuerda las palabras de Lily que le han ayudado a recuperar esa aura brillante y característica de él. Todos podían notarlo, sonreía con más facilidad, se le notaba más entusiasta e iba mejorando en cada carrera. No había persona en el mundo que no se alegrará de verlo volver.
Aunque todavía pensaba en Lily; ya no la recordaba con dolor, sino más bien como un hermoso recuerdo que llenaba su ser en esos momentos de intranquilidad.
Porque eso fue lo que Lily siempre creo en él, tener ese efecto de poder calmarlo aún cuando ella ya no está más.
Hay cosas que son demasiado dolorosas para poder expresar con palabras, muy personales. La última visita de Lily, dejó una gran marca en su corazón, la extrañaba como nunca, pero ahora solo existe en su recuerdo, en lo más profundo de su ser, y él hará todo lo posible por mantenerla en su memoria.
Hay amores que no pueden ser, tal vez Charles y Lily hubiesen sido más que amor, más que una pareja que se amaban con cada partícula de su ser, no hay palabras que expresen lo que ambos sentían, incluso ellos mismos lo sabían.
El día después de que Lily desapareció, Charles sintió que era una nueva persona, ya no sentía aquel dolor y sufrimiento, al contrario, sentía esas ganas de vivir que había perdido. No entendía como había pasado todo, si fue un sueño, una ilusión o su imaginación, pero de lo que estaba seguro, es que se sintió tan real, que aun puede sentir por última vez sus labios sobre los de él en ese último beso y la calidez de sus brazos dándole un último refugio, en un abrazo que decía "estaré cuidándote siempre".
Era extraño, pero jamás lo olvidaría.
Aunque muy en el fondo, una pequeña parte de él esperaba por volver a ver a Lily, porque ella apareciera.
Arriba del podio, Charles soltó un suspiro, aliviado, conforme y tranquilo, con el corazón latiendo a mil, y no, no era por la adrenalina, era por la calma como la marea después de un huracán, así se sentía. En paz.
