capitulo 9

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—Charles, hermano, tienes que comer algo — Arthur colocó un plato de comida con cuidado sobre la mesita de noche, su tono lleno de preocupación mientras observaba a su hermano mayor.

—No tengo hambre — murmuró Charles, envuelto en las sábanas como si quisiera desaparecer del mundo.

Un suspiro escapó de los labios de Arthur, quien sentía el peso del dolor que consumía a su hermano, día tras día, desde la trágica pérdida de Lily, cuatro largos y agonizantes meses atrás.

Charles estaba destrozado.

El inicio de la nueva temporada de Fórmula 1 se acercaba rápidamente, pero para él, la idea de subirse a un automóvil era como enfrentarse a sus peores pesadillas. La ansiedad de aquella fatídica noche lo atormentaba cada vez que intentaba tomar el volante, haciendo que sus manos temblaran con un miedo paralizante.

Ni siquiera había tenido el coraje de comunicarse con el equipo para discutir los planes para la temporada.

—Charles, hermano, estoy seguro que a Lily no le habría gustado verte así.

—¿Y cómo quieres que esté? — lo encaró— ¿Feliz? ¿Sonriendo como si nada hubiera pasado?

—No me refiero a eso, solo...

—Entonces no hables, Arthur. Estoy harto de toda esta miarda, de sus lastimas, de sus compaciones, estoy harto de que la gente me vea así.

—Entonces déjate ayudar, ¡te estás hundiendo, Charles! ¡Nos duele verte así!

—No estoy pidiendo la ayuda de nadie. Les dije que quería estar solo en esto y tu y todos no dejan de joderme y aparecerse en mi casa todos los días.

—Estamos preocupados por ti y solo queremos ayudarte.

—¡No lo necesito! Estoy cansado, solo quiero pasar el duelo solo, ¡¿no entiendes el grado de dolor que siento?!

—Podría entenderlo, pero...

—No, no pueden, ¡nadie puede entenderme! Para ustedes solo es fácil decirme que siga adelante, ¿pero cómo lo hago si ella ya no está conmigo?

Arthur desvió la mirada, incapaz de responder.

Afuera, Pascale y Lorenzo al escuchar los gritos se acercaron a la habitación.

—¿Qué pasa? ¿Por qué están discutiendo?

Ambos preguntaron preocupados.

—Pasa que necesito estar solo, no quiero a nadie aquí.

—Hijo, solo queremos que no te sientas solo, estás pasando por un momento difícil y ...

—Ya basta, mamá – la frenó de golpe— no quiero, no quiero a nadie solo la quiero a ella de vuelta, no hay nada que me vuelva a hacer sentir mejor.

Reunited• Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora