Señalado desde niño como un ser extraño y viviendo su día a día esforzándose para ser el mejor entre los guerreros del reino, JungKook estará dispuesto hacerles frente a todos. Él está consciente de su extraña apariencia pero aún así seguirá su prop...
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JungKook
¿Qué voy a hacer con tantas cosas en mente? ¿Qué hago para concentrarme en un plan para mañana? ¿Qué hago para dejar de mirarla?
La princesa permanece con su rostro sereno sobre la piel de oso en la que duerme, la que le protege el cuerpo de las espinas y las ramas además de la suciedad del suelo. Me siento algo débil al tener que proteger a alguien tan importante para nuestro reino, pero siendo el elegido por el rey debo cumplir.
Siento el estómago vacío cuando decido levantarme y buscar algo de comer en el equipaje de la abuela Yong, sintiéndome agradecido con esa gran mujer al encontrar frutas de la cosecha del abuelo. Tomo algunas fresas y plátanos para pasar la noche, pero dejo las manzanas y uvas para la princesa; ella debe estar saludable al llegar.
Mientras muerdo las frutas recuerdo aquel día donde una gran misión se me otorgó, donde mi plan de vida tomó un motivo para seguir en el reino.
(...)
— Jeon JungKook, caballero noble y leal del reino Niza ¿Aceptas solemnemente, con toda la responsabilidad que puedes brindar, cuidar y proteger con tu vida a la princesa Park HyeJin de los peligros que la asechan? — El ministro de defensa del reino habla con firmeza. Y yo de rodillas frente al Rey asiento y tomo aire.
— Acepto cuidar y proteger a Su Alteza con mi vida, siguiendo las órdenes de Su Majestad. — siento el filo de la espada en mi hombro y levanto la mirada cuando las palabras de el maestro Kim resuenan luego del acto de juramento.
— Haz aceptado una gran misión que si cumples serás honrado por toda tu vida. — observo al maestro Kim luego de oír las puertas cerrarse, significando la salida del Rey. Suspiro y me levanto.— Pudo haber sido otro JungKook, pudiste no haber aceptado, aún te falta práctica.
— Estaría faltando a mi honor y dignidad si le niego algo al Rey. Mi responsabilidad al entrar al ejército siempre ha sido proteger al Reino y a sus gobernantes... Proteger a la Princesa será para mí un honor, maestro Kim. — contesto con suavidad y respeto.
Sin embargo la mirada del maestro Kim se suaviza al observarme firme y decidido.
— Eres un gran muchacho. Y me atrevo a confesar que eres el mejor alumno que ha pasado por mis clases JungKook... Conserva siempre ese aura positiva y protectora que siempre has tenido. — asiento suave y el maestro Kim pasa por mi lado para irse. Observo a través del ventanal hacia abajo en el salón y veo a una joven princesa de diecinueve años bailar con el caballero Kim MinGyu.
He jurado protegerla, y eso haré con mi vida si es necesario.
(...)
Suelto un suspiro cuando ya me estoy acabando las frutas, y me siento mucho mejor ahora, mucho más fuerte que hace unos diez minutos. Miro hacia el cielo y pienso una vez más en lo que he hablado con el abuelo antes de partir, me contó muchas cosas que necesitaba saber para venir hacia las afueras del Reino.