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Jungkook
Toda la noche y toda la mañana hasta ahora que es más de medio día tengo en mi mente las palabras de Su Majestad. ¿De verdad solamente es lealtad hacia mis honores? ¿Soy capaz de anteponer mis principios ante todo, no? Entonces ¿Por qué sigo dándole vueltas en mi cabeza a sus palabras? ¿Por qué sigo dudando sobre el significado de mi lealtad?
Claro que tampoco debo obviar el hecho de lo que ocurrió en la cueva oculta, detrás de la cascada. Ese momento fue mágico para ella, y aún me sigo reprochando mi traición hacia mis honores. Pero ¿Por qué no puedo olvidar la textura de sus labios?
Son tan dulces que te dejan dependiente de ellos — Aún puedo controlar mis impulsos —, o tanto así que te obsesionas con las vibraciones en tu interior al sentirlos, es abrumador mi pulso y el ritmo de mi corazón al tenerla cerca luego de ese beso que compartimos. Me es inevitable el cerrar los ojos y recordarlo con el mayor de los deseos por volver a disfrutarlos.
— Jeon. — observo hacia la voz profunda que dijo mi apellido y alzo las cejas para prestar atención a su llamado.— Su Majestad lo solicita en el salón.
Inmediatamente frunzo el ceño. ¿Acaso ocurre algo peligroso que esté amenazando al reino o a la princesa? Mi corazón se agita descontrolado y asiento suave al fingir calma. Camino detrás de el general y sigo su paso guía hacia la Reina KyungSoon.
— Su Majestad. — me inclino en una rodilla y ella asiente levantando una mano para darme el permiso de levantarme.
— Buenas tardes Jungkook. Espero no haberte interrumpido de tus labores. — inclino mi cabeza y suspiro suavemente al notar que no se trata de algo malo.
— No, Su Majestad. ¿En qué le puedo servir? — pregunto y ella sonríe suavemente.
— Necesito que hablemos sobre un tema más que de labor y trabajo mutuo, o los acontecimientos que nos unen en estos momentos. No es nada malo, es algo... — de pronto se detiene y parece dudar sobre lo que está a punto de decir. Lo dejo pasar.— Personal.
Y al definirlo de esa manera me hace ladear la cabeza un tanto confundido; pero más aún, me hace sentir emocionado su suave sonrisa.
— Estoy a su disposición Su Majestad. — me inclino en una reverencia corta y luego le sonrío de la misma manera en que lo hace ella conmigo.
Y entonces una vez más intercambiamos miradas, esta vez tranquilas y algo relajadas. Tras unos segundos ella se levanta de su asiento y camina con lentitud hacia el pasillo por donde yo entré hace unos minutos.
Me guía hacia una especie de salón vacío, con solamente un arpa y unas campanas al fondo. Supongo que es el salón donde practican los bailes. Una vez dentro ella me guía hacia una pequeña mesa y me invita a sentarme, la observo desconcertado y ella no puede evitar reír suavemente.
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AMALUNA: El Hijo De La Luna © JK
FanfictionSeñalado desde niño como un ser extraño y viviendo su día a día esforzándose para ser el mejor entre los guerreros del reino, JungKook estará dispuesto hacerles frente a todos. Él está consciente de su extraña apariencia pero aún así seguirá su prop...