Percy: ¿Qué presencia?Zoë solo miro a Percy como si fuera un idiota
Zoë: El señor de la vida salvaje, por supuesto. Por un instante, cuando ha aparecido el jabalí, he sentido la presencia de Pan.
Cabalgamos sobre el jabalí hasta que se puso el sol. Quien diría que tardaríamos tanto y que también el jabalí cabalgara, hasta llegamos al desierto que dejó de avanzar, si el jabalí se estaba ya descansando y comiendo un cactus
Grover: Ya no irá más lejos -dijo -. Tenemos que marcharnos mientras come.
No hizo falta, todos ya queríamos bajar. Nos deslizamos por detrás mientras él seguía devorando su cactus y nos alejamos renqueando con los traseros doloridos. Cuando baje fue un alivio y si me dolía el trasero, fui dejando atrás al jabalí
Después de tragarse tres cactus y de beber más agua embarrada, el jabalí soltó un chillido y un eructo, dio media vuelta y echó a galopar hacia el este.
Merfiri: nos dejó aqui
Percy: Prefiere las montañas -dijo.
Thalía: No me extraña -respondió-. Mira.
Ante nosotros se extendía una antigua carretera de dos carriles cubierta de arena. Al otro lado había un grupo de construcciones demasiado pequeño para ser un pueblo: una casa protegida con tablones de madera, un bar de tacos mexicanos con aspecto de llevar cerrado desde antes de que naciera Zoë y una oficina de correos de estuco blanco con un cartel medio torcido sobre la entrada que rezaba: «Gila Claw, Arizona».
Percy: Uau -se asombró.
Thalía: Algo me dice que no vamos a encontrar un servicio de alquiler de coches aquí -dij. Le echó una mirada a Grover-. ¿Supongo que no tendrás otro jabalí escondido en la manga?
Grover husmeaba el aire, nervioso. Sacó sus bellotas y las arrojó a la arena; luego tocó sus flautas. Las bellotas se recolocaron formando un dibujo, por la cara d Percy no entendía el dibujo hasta que vio la cara de Grover observaba con gesto preocupado.
Grover: Esos somos nosotros -dijo-. Esas seis bellotas de ahí.
Percy: ¿Cuál soy yo? -preguntò.
Zoë: La pequeña y deformada -apuntó.
Yo solo me aguante de reír
Percy: Cierra el pico.
Grover: El problema es ese grupo de allí -dijo, señalando a la izquierda.
Thalía: ¿Un monstruo? -preguntó.
Grover parecía muy inquieto.
Grover: No huelo nada, lo cual no tiene sentido. Pero las bellotas no mienten. Nuestro próximo desafío...
Señaló directamente la chatarrería. A la escasa luz del crepúsculo, las colinas de metal parecían pertenecer a otro planeta.
* * *
Merfiri: bueno, acampar no es mala idea
Zoë y Bianca sacaron seis sacos de dormir y otros tantos colchones de espuma de sus mochilas. Bien su mochila era como el bolso de Hermione si grande por dentro
La noche era helada. Grover y Percy reunieron los tablones de la casa en ruinas y Thalia les lanzó una descarga eléctrica para prenderles fuego y formar
una hoguera.Zoë: Han salido las estrellas -observó.
Todos miramos arriba y si estaban las estrellas, que iluminaban el cielo oscuro como pequeñas luciérnagas.
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La campeóna
Randomno sé han preguntado que aveces en la vida te sale todo bien y de repente todo se va a la mierda si, eso me pasó a mi desgracia mente, diré que ahora mismo estoy¿no sé? ¿pasando a mi otra vida?