Merfiri: encuentro familiar, crees que todo saldrá bien Grover
Grover: no se, pero creo que haya probabilidades de que terminamos en otra pelea
Merfiri: cierto
***
Zoë: Nunca llegaremos -protestó-. Vamos demasiado despacio. Pero tampoco podemos dejar al taurofidio.
-Muuuuu -dijo Bessie , que iba nadando a nuestro lado mientras caminábamos junto a la orilla. Habíamos dejado muy atrás el centro comercial y nos dirigíamos al Golden Gate, pero estaba mucho más lejos de lo que parecía. El sol descendía ya hacia el oeste.
Percy: No lo entiendo -dijo-. ¿Por qué tenemos que llegar a la puesta de sol?
Zoë: Las hespérides son las ninfas del crepúsculo -repuso -. Sólo podemos entrar en su jardín cuando el día da paso a la noche.
Merfiri: ¿Y si no llegamos a tiempo?
Zoë: Mañana es el solsticio de invierno. Si no llegamos hoy a la puesta de sol, habremos de esperar hasta mañana por la tarde. Y entonces la Asamblea de los Dioses habrá concluido. Tenemos que liberar a Artemisa esta noche.
Thalia: Necesitamos un coche -dijo.
Percy: ¿Y Bessie ? -preguntó.
Grover se detuvo en seco.
Grover: ¡Tengo una idea! El taurofidio puede nadar en aguas de todo tipo, ¿no?
Percy: Bueno, sí -dijo-. Estaba en Long Island Sound. Y de repente apareció en el lago de la presa Hoover. Y ahora aquí.
Merfiri: pero Bessie te sigue Percy
Percy: es verdad -dijo-. Si yo no estoy en Long Island, ¿crees que sabrá encontrar el camino?
Grover: Entonces podríamos convencerlo para que regrese a Long Island Sound - prosiguió Grover-. Quirón tal vez nos echaría una mano y lo trasladaría al Olimpo.
Percy: Pero Bessie me estaba siguiendo a mí -dijo-. Si yo no estoy en Long Island, ¿crees que sabrá encontrar el camino?
-Muuu -mugió Bessie con tono desamparado.
Grover: Yo puedo mostrarle el camino -se ofreció-. Iré con él.
Percy se le quedó mirando a Grover
Grover: Soy el único capaz de hablar con él -continuó-. Es lo lógico.
Grover se agachó y le dijo algo a Bessie que nadie pudo escuchar y este se estremeció y soltó un mugido de satisfacción.
Merfiri: algo le dijo y lo alegro
Grover: La bendición del Salvaje debería contribuir a que hagamos el recorrido sin problemas -añadió-. Tú rézale a tu padre, Percy. Encárgate de que nos garantice un trayecto tranquilo a través de los mares.
Merfiri: negociable
Percy solo se acercó a la orilla y empezó hablar
Percy: Padre -musité-, ayúdanos. Haz que Grover y el taurofidio lleguen a salvo al campamento. Protégelos en el mar.
Thalia: Una oración como ésta requiere un sacrificio -dijo-. Algo importante.
Merfiri: ya quién sacrifica algo
Ni un rato paso cuando Grover hablo
Grover: Percy —dijo—, ¿estás seguro? Esa piel de león te resulta muy útil. ¡La usó Hércules!
La mirada de Percy cambio a una analizando, y luego miro a Zoë, sip ya armó el rompecabezas que faltaba.
Percy: Si he de sobrevivir —dijo— no será por llevar un abrigo de piel de león. Yo no soy Hércules.
ESTÁS LEYENDO
La campeóna
Acakno sé han preguntado que aveces en la vida te sale todo bien y de repente todo se va a la mierda si, eso me pasó a mi desgracia mente, diré que ahora mismo estoy¿no sé? ¿pasando a mi otra vida?