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SÁBADO POR LA MAÑANA, Micaela se removía con pereza entre las sábanas, oía el ruido de las gotas en la ventana y sonrió al darse cuenta del cielo totalmente oscuro y nublado mientras movía con fuerza.
Ese día los chicos para su suerte no filmaban, así que supuso que todos estaban durmiendo, aprovechando del clima.

Sin embargo después de unos segundos su celular sonó invadiendo su tranquilidad, soltó un quejido y tomo su celular "Feli" el enojo desaparecio cuando vio el agendado, suspiro y atendió la llamada.

—Buen día, linda.—saludo Felipe de buen humor, ¿cómo se escuchaba tan feliz a las 08:00 de la mañana?

—Buen día, Feli.—su voz aún sonaba media adormilada.—¿Te paso algo?

—Estabas durmiendo, disculpa que te desperté.—se apresuró a decir el castaño, sabía que Micaela amaba dormir hasta tarde y sobre todo en días nublados.—No paso nada...solamente estoy aburrido y quería hablar con vos pero seguí durmiendo, disculpa devuelta que te jodí el sueño.

—No, tranqui.—Mica estiró su cuerpo.—Vení si querés, yo voy a levantarme ya y preparar café con tostadas.

—¿Pero no te jode que vaya?

—Dale boludin, ¿cómo me va a joder que vengas?

Incluso en llamada sin verse podía saber que Pipe sonreía con emoción, segundos después Pipe colgó la llamada, mientras Mica se lavaba los dientes espero paciente a Pipe, después de todo él se hospedaba unos pisos más arriba que ella, el sonido de un fuerte trueno retumbó por el departamento.

Mientas ponía el agua en el fuego la puerta se abrió abruptamente, Pipe ya tenía llaves de su habitación debido a que varias veces él venía a pasar tiempo con ella y ella no quería levantarse a abrir la puerta de perezosa, Pipe tenía su pelo un poco despeinado y todavía llevaba una pijama, una remera de River con un jogging negro y pantuflas de Cars, ella sonrió con ternura.

—Lindo pantuflas.

—Lindo pantaloncito.—dijo, ella tenía un jogging suelto color rosa con estampado de Hello kitty, su favorito.

Pipe se ofreció a ayudarla con el desayuno y aunque Mica se negó él término ayudando, mientras ella preparaba tostadas, él batía el café, si bien tenían una cafetera pero nada se comparaba al café bien batido y caliente.
Al terminar decidieron recostarse en el sillón frente a la televisión buscando una serie o película para ver, mientras bebían el café el sonido de otro trueno lleno la habitación, Micaela noto como Pipe saltaba en su lugar por cada fuerte ruido.

—¿Le tenés miedo a los truenos?

—¿Yo? Ni ahí.—negó, otro fuerte estruendo sonó y Pipe se acercó más a ella.—Bueno, no te rías pero un poco si.

Ella quería reírse pero no de la gracia y con intenciones de burlarse, al contrario, quería reírse de la ternura que le producía, Pipe estaba envuelto en las sábanas con su pijama y tomando el café, el que temblará al oír los truenos y los relámpagos eliminando el ambiente oscuro hacían que le recordara a un pequeño niño.

El ambiente se relajo un poco más cuando Pipe tomo más cercanía hacia ella, estaban uno al lado del otro, Micaela tenía tanto sueño a pesar de haber desayunado hace poco, después de terminar su café y las tostadas se terminó recostando sobre el hombro de él, Pipe seguía sintiéndose tan nervioso como siempre aunque las cercanías en ellos era constante. La mirada de ambos intentaba concentrarse en la película de Monster High que accedió a ver Pipe pero simplemente sus miradas se buscaban una y otra vez.
Después de unos segundos no pudieron controlarse y terminaron a los besos, algo bastante nuevo para Mica porque ella jamás apartaba su atención de Monster High pero está vez había decidido dejar de prestarle atención a la película solo para poder mirar los ojos de el chico.
Después de unos largos minutos decidieron acomodarse para dormir un rato, a Micaela le ganaba el sueño y Pipe también, solo se había despertado ese día por el fuerte ruido de los truenos pero ahora con la presencia de ella a su lado no le causaban tanto miedo, él acariciaba su cabello mientras ella iba cerrando los ojos con una pequeña sonrisa en sus labios.

Estaban bien, estaban en un buen momento...y entonces los pensamientos intrusivos de ella aparecieron, odiaba ser tan mierda con eso, Pipe estaba acariciando su cabello con suavidad mientras ella estaba apoyada en su pecho y oía los latidos de su corazón, juraba que podría acostumbrarse siempre a aquello, eso era lo que la asustaba.

Apretó sus labios y decidió callar a aquellos pensamientos mientras intentaba volver a tranquilizarse y disfrutar del cariño que le estaba brindando el castaño.




































































—¿Que te pasa, bobita?—Diego miraba a su amiga.

Eran alrededor de las 16:00 de la tarde, Pipe se había marchado a darse un baño e ir a comprar algunas cosas, no dio detalle de qué. Diego había llegado a su departamento con galletitas dietéticas y una cara de orto con intención de compartir mates con ella.

—Nada, ¿por?—mintió, Diego alzó sus cejas haciendo una mueca.

Pipe la conocía muuy bien, pero Diego, Diego conocía exactamente todo de ella después de todo eran amigos desde hace más de 8 años.
Si algo le pasaba era el primero en darse cuenta y el primero en saber que era lo que pasaba.

—No aprendes más, pajera. Me querés venir a mentir a mí tu hermano del alma.—se burló el hombre, ella suspiro rendida.

—Es Feli.

—¿Que paso?¿Te hizo algo?

—No, no.—se apresuró a negar la chica, Diego la miro esperando a que continuará.—Es que, vos ya sabes, mira si en un tiempo se aburre de mí y yo ya estoy hasta las manos con él...

—¿Devuelta el bichito de tu cabeza te está jugando en contra?—pregunto, aunque sonaba más cómo afirmación, ella asintió.—Mica, por años vi como te alejabas de cada chico que intentaba algo serio con vos, yo se que...el tarado de tu papá causo que tengas miedo de que te abandonaran y por eso te vas vos antes, pero Pipe es un buen pibe y la forma en la que te mira...nena, ese pibe esta muerto por vos.—y ahí, Mica ya sentía su corazón de pollito blando.—Vos sos una re piba, cariñosa, enojona, atenta, alegre y vos mereces ser feliz, mereces todo el amor del mundo, ¿vas a dejar que esa voz te gane y vuelvas a ser infeliz?

No quería dejar a Pipe pero tenía miedo, ella no era tan interesante y él podría aburrirse fácilmente de ella, pero también sabía que él no era así, sabía que él estaba igual de loco por ella al igual que ella por él, sabía que Pipe también temía a la seriedad aunque nunca supo porque.

Pero Pipe siempre ganaba la pelea contra las voces de su cabeza, aún teniendo miedo al rechazo quería darse una oportunidad con ella, quizás de no ser Mica habría arrugado e intentaría alejarse pero no quería a Mica lejos, por primera vez se veía en un futuro con alguien, solamente con ella.

—No, no voy a dejar que me ganen, es la primera vez que quiero todo con alguien, y ya no podría alejarme de él.—dijo decidida.

Quería compartir todo con él, quería sus abrazos, sus besos, sus sonrisas, no lo quería lejos, ahora ya no tendría el valor para alejarse como siempre había echo, está vez decidía ser valiente.

—Al fin la hora de activar.—volvio a reír Diego recibiendo un golpe de ella.—Bue, ya te pones violenta.





















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𝗜𝗡𝗩𝗜𝗦𝗜𝗕𝗟𝗘 𝗦𝗧𝗥𝗜𝗡𝗚, felipe otañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora