DONT YOU DARE [Chapter 7]

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- ¿Que esperabas que hiciera? - Fabrizzio miraba las uñas de su mano mientras se acomodaba nuevamente sobre el sofa.

- Podrias haberte quedado callado.- Respondio la rubia desde dentro del probador.

- Enserio Fab ¿Como se te ocurre? - Jessica se sostenia la cabeza debido a la preocupacion.

- Bueno, no es para tanto. - Insto el joven. - Smith pregunto y yo respondi lo primero que se me ocurrio.

- Smith no es quien importa Fab, no intentes desviar la conversacion. - La cabeza de Meredith aparecio entre la pared del vestidor y su respectiva cortina.

- ¿No podrias haber inventado otro nombre? - Su tono se agudizaba debido al enojo. - Non so perché ti dico queste cose. (No se porque te cuento las cosas.)

- No finjas que no te encanta la idea. - El castaño se cruzo de brazos mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa repleta de picardia.

- ¡Porsupuesto que no! Y lo peor, es que ambos estabamos fuera de clase. - Aunque intentaba mantener la calma, no podia fingir que aquella situacion no la frustraba.

- Tranquila Jess, ya veremos que hacer. - La voz de Meredith volvio a sonar aun detras de aquellas cortinas. - Bueno, no estoy segura de si deberia llevarme este o el anterior. - Una vez que termino la frase, abandono el pequeño cubiculo en el que se encontraba. - ¿Que les parece?

- Definitivamente este. - Respondio Fabrizzio ignorando a la joven pelirroja que aun irradiaba ira a su lado. - Estas...

- Hermosa Mer, realmente. - Jessica sonrio al instante. La joven frente a ella llevaba una falda negra de una tela semejante al cuero combinada con una especie de top dorado con transparencias. La rubia sonrio y una vez que entro nuevamente en el probador, el sermon comenzo.

- Enserio, no vuelvas a hacer una cosa asi. - Insto con autoridad.

- Ya, la mia bellisima migliore amica (Mi hermosa mejor amiga), perdoname. - Un puchero se dibujo en sus labios al compas de sus palabras. - Piensa en lo increible que sera trabajar con el.

- Tu admite que fue adrede. - La joven ladeo la cabeza y fruncio el ceño. - No creo que puedas ser capaz de decir "Creo que Skarsgard y O'Neill querian trabajar juntos esta vez" con total y completa inocencia. - El castaño sonrio divertido nuevamente, esa fue toda su respuesta.

En ese instante, el telefono de Meredith sono. Como era costumbre, Jessica intento acercarse para comunicarle sus mensajes. Pero esta vez, la joven se interpuso en su camino, salio rapidamente del vestidor y tomo el celular con ambas manos antes de que la pelirroja estuviera cerca de hacerlo por ella.

- ¿Que sucede? Eso fue raro. - La pelirroja se recosto nuevamente sobre el sofa carmesi detras suyo.

- Questa stronza nasconde qualcosa! (¡Esta perra esconde algo!) - La voz juguetona del castaño se hizo presente. - ¿Que cosas raras has estado haciendo bionda?

- No es nada, no sean idiotas. - Respondio algo nerviosa, odiaba aquellos interrogatorios. - Dylan me escribio.

- ¡DYLAN! ¿DYLAN? ¿Dylan? ¡Mierda, Dylan! - Y entonces aquello ocurrio en menos de un par de segundos, los dos jovenes se encontraban casi encima de Meredith intentando tomar su telefono.

- ¡Ya basta! ¡BASTA! - Aunque Fabrizzio se detuvo, Jessica aun intentaba robarlo. - ¡Jess! ¡JESS!

- ¿Que dijo? ¿Por que no nos cuentas? - Saltaba con cierta emocion e insistencia que fastidiaba a la joven enfrente suyo.

- Jess, sientate, tarde o temprano hablara. - Insto el castaño que nuevamente reposaba sobre el sofa.

- Agh, y luego quieres que te cuente todo lo que me sucede. - La pelirroja se cruzo de brazos y se sento indignada a un lado de Fabrizzio. El joven rio tiernamente al ver su reaccion, asintio y volvio su mirada a la rubia que todavia se encontraba a la defensiva.

- Vamos Mer, sabes que puedes confiar en nosotros. - Fabrizzio ladeo la cabeza aun con aquella sonrisa dulce en sus labios. Meredith suspiro y se coloco frente a ambos.

- Esta bien.

- ¡Si!- Escupio Jessica como triunfo y aunque la rubia no queria reirse, lo hizo.

- Me pregunto si de verdad iria mañana y... - Se humedecio los labios. - Si ustedes tambien irian.

- Pues, dile que no quiero pero estoy obligada. - Respondio la pelirroja dentro de un bufido. - Pero ¡Oye! Eso quiere decir q le importas

- Tiene razon Jess, si no le interesaras no preguntaria. - El castaño levanto ambas cejas con picardia.

- No lo se, no estoy segura.

- No seas estupida Meredith, eres hermosa. - En ese intante el telefono de Jessica vibro sobre su propio muslo y aunque queria ignorarlo, no pudo hacerlo.

 - En ese intante el telefono de Jessica vibro sobre su propio muslo y aunque queria ignorarlo, no pudo hacerlo

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- ¿Que fue eso? - Meredith lucia intrigada.

- Mi papa, pregunta a que hora pasaran por mi. - Mentia, pero no estaba segura de que confesar de quien era verdaderamente aquel mensaje fuera una buena idea.

- Supongo que a las ocho... - La rubia fruncio sutilmente el ceño. - ¿Eso solo?

- Si claro. - Respondio con una seguridad fingida que logro convencer a Meredith, mas no a Fabrizzio quien aun mantenia ambos ojos levemente entrecerrados.

- Si, si... Saludame a David. - Dijo el castaño antes de ponerse de pie. - Vamonos, ya me harte de tantos percheros y mujeres guapas alrededor mio. - Sacudio la cabeza y luego sonrio. - Y no lo digo por ustedes... - Susurro. - ¡Hasta luego! - Se inclino sobre su eje y pozo ambos ojos sobre los de la trabajadora de la tienda, una joven de unos veintidos años.

- Idiota. - Soltaron ambas jovenes dentro de una carcajada.

(...)

Una vez que Jessica llego a casa, aunque no era su plan ideal, decidio responder aquellos mensajes.

Una vez que Jessica llego a casa, aunque no era su plan ideal, decidio responder aquellos mensajes

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- Vete a la mierda. - Mascullo.

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𝐎𝐡! 𝐌𝐲 𝐝𝐚𝐫𝐥𝐢𝐧𝐠 / ᴮⁱˡˡ ˢᵏᵃʳˢᵍåʳᵈ ˣ ᶠᵉᵐ ᴼᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora