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- Jessica no entiendo por que te afecta tanto. - Fab se encontraba sentado sobre una encimera de cocina, ambos aun estaban en la fiesta. Los pies del joven oscilaban en el aire al ritmo de la musica que aturdia afuera.
- No me afecta, no seas idiota. - Respondio la joven mientras se colocaba frente a el. - Es solo que, no lo se...
- ¿No crees que el niño bonito te importa demasiado? - Aquel apodo salio de entre sus labios con cierto tono burlon.
- No entiendo como puede pedirme algo y al instante comportarse como idiota.
- Si vamos al caso Jess, tu comenzaste. - Insto el joven mientras deslizaba una de sus manos sobre su cabello castaño. - Fuiste la primera en decirlo, no puedes culparlo.
- Bien, ¿Sabes algo Fabrizzio? No estas ayudando. - Espeto molesta.
- Tu siempre quieres que te de la razon incluso cuando no la tienes. - Ladeo la cabeza de manera juguetona, y luego de unos segundos dibujo una sonrisa compasiva. - Vamos, no tienes por que estar tan al pendiente, solo ignoralo.
- Me molesta que sea tan desvergonzado, me da coraje. - Se encogio de hombros al confesarse nuevamente. - Es agobiante que todos lo alaben mientras sabes que es una puta mierda de persona.
- ¿No crees que quizas no lo conozcas lo suficiente? - Insto nuevamente le joven, esta vez aquello parecia una forma de cuestionarla.
- Oh vamos ¿Que tanto puede haber por conocer? Es el tipico chico malo que se cree inteligente y no tiene una pizca de sentido comun. Giorgi, tu perro, es mil veces mas competente. - Fabrizzio estallo en una carcajada.
- Quizas tenga un pasado oscuro, algo profundamente doloroso. - La conversacion pronto se habia vuelto una especie de investigacion sobre la vida del joven que Jessica tanto detestaba.
- Es el niño con la familia perfecta y la vida completamente solucionada, que se consiga problemas reales. - Mascullo con algo de rabia, quizas eso era algo que ella envidiaba.
- Tal vez eso es lo que elije mostrar, Jess. - El castaño se cruzo de brazos. - No creo que todos en la escuela sepan de los problemas que puedan haber en tu casa.
- Al menos no me pavoneo como si no los tuviera.
- Tal vez es su forma de luchar contra ellos, no todos confrontamos nuestros demonios de formas iguales. - Levanto ambas cejas, la pelirroja sabia que aquello hacia referencia a su propia forma de evadir las peores circunstancias.
- ¿Acaso estas enamorado de Bill Skarsgard?
- ¿Acaso queda un poco de empatia en tu corazon aspero y vacio?
- Marcire! (¡Pudrete!) - Espeto la joven dentro de una carcajada.
- Esperame aqui, voy al baño. - Balbuceo el joven intentando que su risa no ahogara sus palabras.
- No consumas nada extraño, no pienso hacerme responsable de tu incompetente estilo de vida. - La pelirroja se cruzo de brazos.
- Che brutta immagine hai di me! (¡Que fea imagen tienes de mi!) - Ambos aun reian cuando Fabrizzio abandono el lugar. Pasaron tan solo unos segundos antes de que otra voz masculina llenara la habitacion.
- ¿No crees que esta mal opinar de vidas ajenas? - Bill se encontraba recargado en el marco de la puerta, ambos brazos cruzados sobre su pecho y un semblante que aunque debia ser serio, nunca dejaba aquella chispa de jugueteo.
- ¿No crees que esta mal escuchar conversaciones ajenas? - La joven se recargo con ambas manos sobre la encimera.
- Fue un accidente, yo simplemente me dirigia por unos tragos y la jovencita que siempre se entromete lo hizo nuevamente. - Respondio algo sarcastico, ese tono especifico lograba irritar de manera inexplicable a la pelirroja.
- ¿Enserio? - La joven alzo ambas cejas. - ¿Yo soy la que siempre se entromete? Vamos Bill, nisiquiera tu puedes creerte eso.
- Creo que tienes demasiada autoestima. - Sonrio aun con un matiz burlesco en su rostro. - Pero bueno, no estoy aqui para hacer que bajes tus pies a tierra, solo quiero una bebida.
- Supongo que conseguiste alguna niña menor que tu a la que robarle su estupido garage en conjunto con la dignidad y probablemente tambien la virginidad.
- ¿Por que te importa tanto? - El joven dio un par de pasos al frente, fueron lentos.
- ¿Por que crees que me importa? Nisiquiera me resultas interesante. - Fruncio el ceño con incredulidad.
- Bueno, parece que protagonizo varias de tus conversaciones. - Respondio el joven quien continuaba acercandose con lentitud.
- Eso es lo que te gustaria ¿Verdad? - Insto desafiante.
- ¿A que te refieres?
- Tienes tantas ganas de ser importante en mi vida, eres patetico. - Balbuceo. - Tienes la constante necesidad de aparecerte por que no puedes concebir el hecho de que no me importas siquiera un poco. - El joven continuaba acercandose, habia apenas un metro de distancia entre ambos. - Sueñas con que te tenga en mente todos los dias, y conociendote, te importa bastante saber en quien pienso por las noches. Estas total y completamente enamorado de mi. - Su tono sarcastico no se desvanecia. El joven se freno a unos treinta centimetros de su rostro antes de hablar.
- Es probable. - Se estiro hasta que quedaron apenas dos centimetros entre sus rostros. Se mantuvo alli durante algunos segundos, sintiendo como la respiracion de ambos comenzaba a agitarse. - Es en realidad... muy probable.- Susurro sobre los labios de la joven, casi a punto de tocarlos. En ese momento se alejo con brusquedad. - Pero no es mas que eso Jessy... - La joven que hasta ahora se habia visto extrañamente embebida por la situacion parecia estar totalmente confundida. - Una probabilidad. - Ahora en su mano habian dos cervezas rubias. Y asi como el joven entro en aquella habitacion, de la misma manera la abandono.
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𝐎𝐡! 𝐌𝐲 𝐝𝐚𝐫𝐥𝐢𝐧𝐠 / ᴮⁱˡˡ ˢᵏᵃʳˢᵍåʳᵈ ˣ ᶠᵉᵐ ᴼᶜ
Fanfiction•°•--✦--•°• - ¡𝐷𝑖𝑜𝑠 𝑚𝑖𝑜! 𝑁𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑠 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑡𝑒 𝑜𝑑𝑖𝑜. - 𝑆𝑖 𝑠𝑜ñ𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑛 𝑏𝑒𝑠𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑒𝑠 𝑠𝑖𝑛𝑜𝑛𝑖𝑚𝑜 𝑑𝑒 𝑜𝑑𝑖𝑎𝑟𝑚𝑒, 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑠𝑢𝑐𝑒𝑑𝑒 𝑒𝑛 𝑔𝑟𝑎𝑛 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑑𝑎, 𝐽𝑒𝑠𝑠...