Sᴡᴇᴇᴛ Lᴏᴏᴋs |
๋࣭ ⭑⚝ "Sólo son dulces miradas"
── .✦ Dónde Ryan y Walker deben superar un largo camino lleno de problemas antes de poder ser realmente felices, pero a veces no todos los finales son cómo en Disney.
⌗Walker...
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012. Walker's pov
୨ৎ -¿PERO TU ERES imbécil? -exclamó la rubia frente a él con una mezcla de incredulidad y frustración.
Scobell se removió incómodo en su asiento.
Contarle a su hermana mayor que estuvo dos veces a punto de besar al chico que le gusta, sin que ella lo supiera, y falló en ambas, no era lo más recomendable. Leena, además de ser su hermana, era una fan acérrima de su "shippeo" con Ryan, y ella no iba a dejarlo pasar fácilmente.
Después de la fiesta de Alyn, hacía tres días, no habían vuelto a verse en persona.
-No quería incomodarlo -insistió usando la misma excusa de siempre-. Ni siquiera estoy seguro de que él hubiera querido.
Lo miró como si hubiera perdido completamente la cabeza.
-¿Vamos, Walker? ¿acaso no viste cómo te mira?
-No -era obvio que estaba siendo ciego a propósito.
-Es como dice Alyvia, son dulces miradas.
-Ahora estás exagerando -intentó desviar el tema, alcanzando sus audífonos para escapar del interrogatorio.
La mayor soltó un bufido y cruzó los brazos.
-No lo estoy. Todo el mundo lo nota, excepto ustedes dos.
-Los fans hacen edits porque malinterpretan lo que ven, no porque realmente suceda algo.
-De tu lado sí que pasa.
El chico sintió el calor subirle a las mejillas y levantó una mano para señalar la puerta.
-Vete, Leena.
Ella rió con suavidad, satisfecha de haber tocado una fibra sensible.
-Sabes que tengo razón y no puedes sacártelo de la cabeza, hermanito -dijo, saliendo finalmente de la habitación.
Se dejó caer contra el respaldo de su silla, cerrando los ojos un momento. Sabía que Leena tenía razón por más que le costara admitirlo, desde el primer momento en que conoció a Alyn, algo en su interior supo que no era una simple amistad lo que sentía.
Lo quería. Lo había sabido desde siempre.
Pero eso no significaba que Ryan sintiera lo mismo. Estaba convencido de que no podía ser correspondido, era su amigo, y la barrera profesional siempre estaba ahí recordándole que no podía permitirse soñar más allá de eso.
