Sᴡᴇᴇᴛ Lᴏᴏᴋs |
๋࣭ ⭑⚝ "Sólo son dulces miradas"
── .✦ Dónde Ryan y Walker deben superar un largo camino lleno de problemas antes de poder ser realmente felices, pero a veces no todos los finales son cómo en Disney.
⌗Walker...
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016. Él
El amor es un sentimiento profundo e intenso. No importa cuándo, dónde o cómo surja; siempre hay un deseo inherente de impresionar a esa persona por la cual sientes esa locura en el corazón, una locura que crece con cada latido.
A veces, no todos tienen la suerte de ser correspondidos y muchos terminan rechazados, fijándose en alguien más. Pero, ¿qué pasa cuando son forzados a hacer desaparecer esa felicidad?
El ambiente en la habitación era tenso. La luz del sol se filtraba a través de las cortinas, creando un juego de sombras en el suelo. Ryan estaba de pie con los brazos cruzados, mirando por la ventana como si pudiera encontrar respuestas en el horizonte.
—No entiendo qué problema tiene él con Walker —dijo frunciendo el ceño volviendo hacia sus hermanas.
Natalie estaba sentada en la cama con las piernas cruzadas y su expresión reflejaba la frustración que todos sentían.
—No lo sé. Desde el primer día que lo vi empezó a quejarse de él —respondió exasperada ante la situación. Su cabello castaño caía en ondas desordenadas, pero eso no era lo que le preocupaba en ese momento.
—Pero Ryry, no tienes que hacerlo —intervino Emily, con su habitual tono tranquilizador, algo realmente nuevo.
—Ya les expliqué, no hay nada que pueda hacer mientras haya una firma ahí —repitió soltando un suspiro pesado que pareció cargar con el peso de su frustración.
—Yo le dije a mamá y papá que Philip no parecía tan confiable —habló la menor de ellas rodando los ojos mientras se cruzaba de brazos.
Su desdén hacia Philip era evidente, y el hecho de que su hermano se sintiera atrapado por una firma la enojaba aún más.
—Estoy de acuerdo —confirmó Emi. asintiendo con la cabeza—, no sé cómo lo aguantas.
—Odio la vida —sincero, dejó escapar la frase con un aire de desesperanza.
—Todos odiamos la vida —replicó Alyvia, su tono era sarcástico, pero había una nota de verdad en sus palabras.
—Alyvia, cállate —ordenó la mayor con un susurro intenso—. Trata de hablar con él haciéndole entender que no puede obligarte a renunciar a él, Ryry.
—Olvídenlo, no quiero pensar en algo que pueda arruinar este día que llevo esperando hace mucho. Así que me iré.
Con un paso decidido, se retiró del cuarto, dejándolas en un estado de preocupación silenciosa. Nadie se atrevió a detenerlo. Entendían que debía ser muy complicado intentar ignorar a alguien de quien estás profundamente enamorado.
