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⚠️advertencia contenido+18⚠️

Noche de cita


El agua de la ducha cayó como una lluvia sobre su cabeza.

Mark golpeó el agua de lleno con su cara cuando Yuta lo empujó hacia atrás y luego comenzó a besarlo. Lo voltea, le muerde la nuca y piensa en si sería bueno volver a golpearlo para traerlo a la realidad... En lugar de eso, Mark extiende una mano contra la pared de azulejos mojados y resbaladizos. Comienza a gemir.

Yuta estaba empapado también. Unos temblores frustrantes acompañaban a una expresión más que apasionada y temible.

Cada vez que agarra el trasero mojado de Mark con ambas manos y lo extiende, las gotas de agua que caían directo a su agujero rebotaban por todas partes hasta terminar resbalando por sus muslos. El sonido es húmedo, extremadamente obsceno y delicioso.

—Huh, Yuta, por favor...

Mark deseaba enterrar su gemido en el sonido del agua, pero en realidad terminó por escucharse terriblemente fuerte. Parecía que su cuerpo se rompería o tal vez, que se dividiría en dos.

Porque sin importar cuando ruegue o llore, los movimientos del Alfa no se ralentizan nunca. Es... Como si hubiera decidido ignorarlo.

Y aunque ya había eyaculado una vez, Yuta nunca le dio un descanso verdadero. Era algo insoportable y absolutamente imparable.

Mark jadeó y torció la espalda, las manos de Yuta golpearon y golpearon sus nalgas mojadas...

—¡Huh!

—Mark, deberías levantar la espalda correctamente.

Lo dijo, pero no era como si le estuviera dejando muchas opciones. No se puede mover libremente. Estaba agarrando con fuerza el trasero redondo de Mark, golpeando con fuerza la pared interior hasta escucharse algo similar a un "puck, puck, puck". Y mientras lo golpea, no hay tiempo para descansar y tampoco hay tiempo para recuperar el aliento.

Yuta siempre fue bueno haciendo ejercicio.

—Eres tan hermoso que me muero por morderte, chuparte y follarte sin descanso hasta el amanecer.

De repente su voz, mezclada con unos terrible jadeos, se aferran al oído de Mark junto con el murmullo del agua cayendo todavía sobre él.

Mark sacudió la cabeza. Lejos de no poder responder, la verdad es que ya no puede escuchar nada de lo que dice. No lo entiende... llegó a un punto en dónde ya ni siquiera está el sonido del agua. Solo se trata de él, de una lucha intensa en la que intenta exhalar una respiración áspera mientras se sostiene de Yuta. Va a jadear y a temblar con fuerza todo el tiempo, sintiendo el fuerte pecho rocoso del hombre sobre su espalda mojada.

Aferrándose a él para no caerse.

Mark comenzó a gemir cómo un loco... Yuta se inclinó y le mordió entonces el hombro.

—¡Aah!

Su cadera estaba toda torcida por el inmenso dolor, pero Yuta igual hunde los dedos bajo el cabello oscuro de Mark y tira un poco de él para tener de frente su pequeña cara. Empieza a lamerle la lengua y a recorrer lentamente el contorno de sus labios...

Dear, Nana || YumarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora