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Querido Nana.


El grito del niño se escuchó claramente entre tanto silencio.

Sooyoung había evitado que los disparos llegaran directamente a los oídos de Nana. También había hecho su mejor esfuerzo en hacer que el niño no levantara la cabeza. Los hombres que caían frente a ellos están terriblemente perforados, con pedazos de carne y grasa desprendiéndose del cráneo... Algo muy sangriento. No podía dejarle ver una figura como esa.

—¡Vayan rápido!

Cuando Sooyoung intentó bajar las escaleras de dos en dos, uno de los mafiosos apareció desde el otro extremo y comenzó a gritar con toda su fuerza. "¡Vayan rápido!". Mark estaba apuntando su Beretta sin saber a quién darle primero. Había un total de cinco tipos en torno a Sooyoung y Nana... Y, además de todo eso, aunque los guardias que habían llegado a defenderlo fueron aniquilados casi de inmediato, todavía había tres hombres de máscara negra levantándose como si fueran zombis en una película de terror. Uno cojeaba, otro parecía tener una abertura considerable en la cabeza y otro más tenía el brazo goteando de sangre oscura. Todos sostenían un cuchillo o una pistola...

Ocho, contra él.

Si no estuviera su madre justo en medio, hubiera podido intentar atacar primero... Ya es imposible. Hay muchas cosas que pueden ir mal. O los lastima o los mata. Y si un adulto queda completamente desfigurado tras un impacto de bala, ¿Entonces qué podría esperarle a Sunoo?

Maldita sea. Era el peor momento para no poder hacer esto o aquello y finalmente, terminó por tragarse las palabras desesperadas que estaban subiendo por su garganta.

Por las escaleras, uno de los muchachos que bajó y caminó hacia adelante con toda la intención de atacarlo, miró hacia su corazón antes de sacar un sonido parecido a un: "¿Uh?".

Mark, que ya estaba demasiado familiarizado con la forma del puntito rojo del láser sobre la camiseta, intentó reaccionar lo más rápido posible y tirarse al suelo, pero solo escuchó el sonido de la ventana destrozándose a sus espaldas y luego, el sonido del hombre cayendo con fuerza a unos pasos de él. Fue un disparo rápido y preciso que definitivamente les llegó a todos por sorpresa. Inmediatamente después de alcanzar el objetivo, continuó hasta dispararle al siguiente y luego, al siguiente. Puntos rojos se ciernen alrededor del corazón de cada uno de los hombres, así que el sentimiento aterrador estaba tan terriblemente en el aire como sus pechos segundos después.

No hubo dudas ni errores. Eran disparos en rápida sucesión que les destrozaba el torso en un abrir y cerrar de ojos. Todos comenzaron a moverse, aunque Mark también estaba tenso debido al francotirador misterioso. En su cabeza surgieron todo tipo de preguntas: ¿Quién está disparando fuera de la casa? ¿Es otro guardaespaldas de Yuta? ¿Yuta tenía un francotirador? Sin embargo, era poco probable que un tipo con tanta experiencia estuviera en su equipo de seguridad. La mayoría de los guardaespaldas estaban dentro de la casa, con rifles normales.

Pese a eso, incluso con la duda que se cernió sobre su cabeza, Mark tragó saliva una vez más y levantó los ojos. Fuese lo que fuese, era algo bueno para él y la oportunidad perfecta para defenderse.

La iba a aprovechar hasta el final.

—¿Qué están haciendo? ¡EviMark estar frente a las ventanas y corran! ¡Alguien dígale al auto que venga ya! ¡Ahora mismo!

Debido a las balas que volaban desde el exterior de la ventana, aquellos que estaban más expuestos intentaron quedar a la altura del suelo para ir todo el camino gateando hacia la parte trasera en lugar de ir a la puerta principal, como lo tenían planeado al inicio.

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⏰ Última actualización: Oct 12 ⏰

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Dear, Nana || YumarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora