𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 25 mi corazón esta triste

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Alexa se quedó dormida, pero a las 7 se despertó, hizo unos sándwiches que, por cierto, le quedaron fatales, y preparó algunas frutas y un zumo de naranja. Lo dejó en la habitación de Matt con una nota.

Gracias por escucharme y por lo otro, besos Alex...

Luego se fue de la casa.

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Me levanté súper temprano ya que tenía que salir con mis padres a casa de mi abuelo paterno.

Revisé mi celular esperando encontrar un mensaje de Matt, pero no había nada. Así que le dejé uno yo, un "buenos días pervertido".

Mis padres, mi hermano y yo salimos de casa. Papá conducía el auto con destino a la casa del abuelo.

A mitad de camino volví a tomar mi celular, noté que no tenía ningún mensaje de Matt, pero sí tenía varias notificaciones de Instagram, así que entré y comencé a navegar normalmente.

— Qué... no — mis ojos se cristalizaron y mi voz se volvió inaudible y un nudo en mi garganta apareció.

No me creía lo que estaba viendo: una foto de Matthew con Alexa publicada desde el perfil de ella, y ambos se notaban desnudos. Ella apenas estaba cubierta por la sábana y solo tenía tapado de la cintura para abajo.

Mis ojos se cristalizaron de inmediato y un nudo en mi garganta no me dejaba respirar. Aferré la cabeza a la ventanilla. De mi celular estaba puesta la música, así que la subí a todo el volumen y mi familia pareció no molestarse. Aproveché para sollozar e intentar sacar lo que sentía.

Mis manos estaban temblando, pero nadie lo notó porque mamá iba con el celular en la mano, papá conducía y Alisson dormía.

Cogí valor y abrí la imagen nuevamente con la esperanza de que fuera un montaje, pero luego abrí la imagen y allí noté el tatuaje reciente de Matt y no me quedaron dudas.

Guardé una última gota de esperanza y busqué su perfil, al entrar y ver otra foto subida por él y con esa descripción, mi corazoncito se volvió pedacitos.

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Punto de vista de Matthew:

Me levanté y la cabeza me estaba reventando de dolor. Como pude, me levanté y miré mi habitación hecha un desastre y mi ropa en el piso. Caminé hasta el baño y al llegar me metí a la ducha. Me sentía cada vez mejor, pero de repente, recuerdos de anoche empezaron a llegar a mi mente.

Me envolví una toalla a la cintura y salí a mi habitación. Vi 2 botellas de whisky tiradas a la orilla de la cama. También estaba mi ropa. Traté de encontrar mi celular entre el desastre, pero lo hallé encima de la cama. Desde la pantalla bloqueada, vi que tenía cientos de notificaciones.

Abrí primero WhatsApp y encontré un "buenos días" de Izel. Obviamente, le respondí con otro "buenos días".

Luego abrí Instagram y noté en la barra de notificaciones que tenía cientos. Me pareció extraño porque verdaderamente no recuerdo la última vez que compartí algún tipo de publicación. Abrí esa opción y pude leer un comentario: "Matt es el puto fuckboy del instituto".

Qué mierda. ¿A qué viene ese comentario? Abrí la publicación y mi cerebro se detuvo al ver una foto de Alexa y mía en mi perfil. Pero más se detuvo cuando leí la descripción.

Estaba en un estado de frustración mientras leía cada comentario. Carajos, Izel... Pensé.

Intenté borrar la foto, pero tardaría una hora y, aunque no serviría de nada porque a ese paso ya todo el mundo la había visto.

Le envié más de 5 mensajes a Izel pidiéndole que me respondiera.

Me terminé de vestir, noté un desayuno en una de las mesitas. Tenía una nota y la leí... literalmente, Alexa está loca. No lo pensé y lancé al piso todo. Bajé rápido y puse en marcha la moto.

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Matt no dejaba de enviarme mensajes y yo claramente no quería responderle. Pero lo hice.

El pervertido.

El pervertido: buenos días.

El pervertido: respóndeme, debemos hablar.

El pervertido: Izel, respóndeme.

El pervertido: vamos... tenemos que hablar.

El pervertido: hay una explicación.

El pervertido: vamos a hablar.

El pervertido: ahora mismo estoy saliendo para tu casa.

El pervertido: esto es una confusión total.

Le respondí con lágrimas en mis ojos y un dolor en el pecho, pero lo hice.

Yo: no tenemos nada que hablar. Tú solo eres un maldito egoísta que juega con los sentimientos de los demás y no le importa nada más que alimentar tu maldito ego y confundir a los demás.

Yo: no pierdas tu tiempo yendo a buscarme. No me encontrarás.

Apagué el móvil y me aferré a la ventanilla, con la mente hecha mierda, pensando que la culpa de yo estar sintiéndome así era mía, por haberme hecho una película en la cabeza de que tal vez Matthew sentía algo por mí.

Por si volvemos a vernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora