𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 35 mi dia favorita

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Fue bastante rápido que se enterara el Instituto completo de lo que teníamos Matt y yo. Éramos novios. Cada día era más bonito que el anterior, Matt me regalaba cosas todo el tiempo, como justo ayer que me regaló un arreglo de tulipanes con una nota que decía "por tu culpa me volví cursi".

Desde que Zayan se enteró a duras penas me dirigía la palabra y creo que lo entiendo.

Reunión familiar

— Hola mi amor — saludó mi madre al verme entrar a la casa.

— Hola cariño, te extrañábamos — continuó papá.

— Yo igual — abracé a mi padre.

— Ha llegado mi pedacito... bueno ya no es tan mío, porque ahora tiene novio — habló Alisson bajando por las escaleras.

Si fue un poco caótico contarle a mi familia que tenía una relación con Matthew, pero no fue complicada porque ya se conocían, eso le daba puntos a Matt con mi familia. Aunque esta noche sería especial, ya que sería una reunión familiar para celebrar nuestro noviazgo. Y sería en casa de Matt.

No sabía cómo vestirme verdaderamente y más aún porque mi padre me había puesto nerviosa contándome que tenía una sorpresa justo para esa noche.

Recibí una llamada de Matthew donde me invitaba a conocer su nuevo departamento. Justo para mudarse luego de que culmine este año escolar y justo no le falta mucho. Así que acepté porque así podría pedirle que me acompañe a comprar un vestido para la cena que tendríamos esta noche.

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— Te ves muy... torpe, pero linda — me dio un beso de saludo.

— Pervertido... nunca te había visto conduciendo un auto — lo miré confundida y le deposité un beso en la mejilla emocionada.

— Es que prefiero las motos.

Matthew puso en marcha aquel elegante y bonito auto. La primera parada la haríamos en un centro comercial, para buscar algún vestido bonito.

— Creo que me voy a decidir por este traje — hablé saliendo del vestidor.

— Esa falda se te ve divina, me dan ganas de hacerte un hijo.

Aclaré los ojos y le lancé un cojín a la cara.

— ¡Amor! ¿Qué dices? — reí mientras lo miraba allí sentado esperando que yo saliera con cada atuendo.

— Te ves divina.

— Bueno, creo que me probaré el negro.

Nuevamente entré al vestidor y quedé encantada al ver lo lindo que me quedaba aquel conjunto de blazer corto y falda corta. Salí nuevamente y se lo mostré a mi novio, quien también quedó encantado.

— Me encanta, llévatelo los 4, te quedan preciosos. ¿Ya terminaste? Vamos a pagar.

— Sí, ya he terminado, solo me falta ponerme los zapatos.

Salimos rumbo a conocer aquel apartamento de Matthew y en el camino escuchábamos música y comíamos hamburguesas con papas.

— ¿Por qué no me habías dicho que pasado mañana es tu cumpleaños? — soltó de repente.

Casi me atraganto...

— Mi... mi cumpleaños.

— Sí, Zel... tu cumpleaños.

— Es que no es nada importante. Mejor hablemos de qué haremos luego de salir del instituto.

— No cambies el tema.

— Mira, solo no me gusta mi cumpleaños... es aburrido y es un día normal, punto.

— Está bien.

— Bueno, cuando salga del instituto, entraré a una buena universidad y estudiaré finanzas... y pues, de oficio tendré el boxeo.

— Qué interesante amor. Me encanta todo eso.

— ¿Y tú? — me preguntó mirándome.

— Yo... Mm yo... no lo sé Matt. Cuando lo sepa te lo diré.

Luego de un momento viendo el apartamento de Matt de un lado a otro, le dije lo bonito y acogedor que estaba y le di algunas críticas constructivas acerca de sus muebles.

— ¡Puedo probar la cama! — exclamé al abrir la puerta de la habitación principal y ver la que sería la cama de Matthew. Súper grande y parecía acogedora.

— Obvio — respondió Matt y sin pensarlo me fui hasta ella dando saltitos como niña pequeña.

— ¿Te gusta? — preguntó Matt, que me observaba desde el marco de la puerta.

— Obvio — le di palmadas a la cama — ven aquí.

Sin apresurarse, Matthew ya estaba encima de la cama dando saltos conmigo y pegándonos almohadazos. De un momento a otro, yo estaba encima de Matt estrujándole su cabello alborotado.

— ¡Ya para! Torpe — intentaba decir aún entre risas.

Me acerqué hasta él dándole un beso.

— ¿Por qué haces eso, sabes que me vuelve loco? — sonrió antes de jalarme de la cintura hacia él para volver a besarme.

Pero fue un beso, diferente a los demás, podía sentir que este era un beso más íntimo y apasionado. Sus manos poco a poco bajaban de mi cintura hasta mi trasero y al sentir su tacto, me alejé para mirarlo a la cara y reír.

Volvimos a unir nuestros labios en un beso, al cabo de un momento Matt tiraba de mi blusa hacia arriba, buscando deshacerse de ella, para luego continuar con mi sujetador.

Por un momento, varios besos fueron protagonistas hasta que desesperada y deseosa quité la camiseta que traía Matt. En ese punto, ya estábamos conscientes de lo que estaba a punto de pasar. Nos levantamos de la cama y comenzamos a dar vueltas en toda la habitación, nuestros labios seguían besándose.

Matthew llevó sus manos hasta la cremallera de mi falda, pero antes de bajarla.

— ¿Puedo? — preguntó.

Asentí.

Sentí mi falda caer al suelo y luego las manos de Matt sustituirla y posarse en mi trasero.

Su boca empezó a recorrer todo mi cuello y no sé qué carajo tenía eso que me hacía sentir tan bien!!!

En un punto, ya solo éramos nosotros dos solos, cuerpo con cuerpo y piel con piel. En un instante, ya él era parte de mí y en otro instante, la habitación estaba llena de jadeos.

Matthew y yo quisimos quedarnos juntos ese día, para descansar y recomponer fuerzas. Así que nos inventamos una excusa para posponer la cena y dejarla justo para el día de mi cumpleaños. Esa noche, mis padres me permitieron quedarme con Matt. Pero obvio, le dije que la cuestión era entrenar.

Por si volvemos a vernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora