𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 28 reencuentro

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— Alexa me llamó mientras estábamos en el restaurante... ¿recuerdas esa llamada que recibí, ¿no?

Asentí.
— ¿Qué quería? — inquirí.

— Según ella, solo quería hablar. Me estaba esperando en mi casa.

— ¿En tu casa? ¿Qué demonios estaba haciendo ahí?

— Quería hablar sobre sus problemas familiares. Dice que no tiene a nadie más con quien hablar.

— ¿Y tú la dejaste entrar?

— No. Claramente no. Ella tenía una llave que le di cuando éramos novios y pues aprovechó y entró.

— ¿Y luego qué pasó?

— Ella empezó a hablarme de sus problemas familiares y pues hablamos un poco y tomamos algo. Pero cuando quedé inconsciente— intentó buscar un recuerdo en su mente de si verdaderamente se quedó inconsciente, borracho o desmayado — ella...

— ¿Qué hizo? — hablé impaciente.

— Se desnudó y... tomó fotos comprometedoras conmigo.

— Matt, tú no recuerdas nada, ni siquiera sabes si te acostaste con ella.

— Tienes razón. Pero si eso pasó, te aseguro que yo no estaba consciente y que ella me hizo algo. Conozco a Alexa y sé lo mala y manipuladora que puede llegar a ser.

— No sé por qué estoy teniendo esta conversación contigo — me llevé la mano a la cara frustrada — es estúpido... no somos nada — le di una palmada en el pecho para disimular mis nervios — Tú solo eres mi compañero y mi entrenador — evité su mirada.

— Hey... hey Izel — me tomó de la cara para hacerme mirarlo — lo que digo es cierto. Lo voy a demostrar.

— ¿Ya viste tus redes sociales y las de ella?... están a punto de estallar, demasiadas personas vieron eso. ¿Le vas a poder demostrar eso a todos? — lo miré esperando una respuesta.

Sabía que no respondería nada, claramente no está seguro si estuvo con ella o no. No sé por qué me importa tanto si al final solo me gusta. No es como si estuviera enamorada o algo así.

Me salí del gimnasio dejándolo allí.

Pov Matthew:

Le dije a mi padre que quería que conociera a un señor importante, que podría convertirse en cliente de su empresa. Pero claramente todo era una mentira, parte del plan. Papá se vistió como siempre suele hacerlo. Formal. Sin embargo, yo iba como todo un "bad boy". Bueno, así me ven las mujeres.

Llegamos a la enorme casa de los Rothschild, estacionamos el carro y luego nos dirigimos hacia la entrada donde nos recibió una empleada muy servicial.

Nos dirigió hasta la oficina del señor Rothschild, la puerta estaba cerrada y en ese momento mi corazón se aceleró y no sé por qué. Tal vez por la emoción de ver cómo pasaría.

La señorita abrió las puertas de la oficina y yo entré y seguido de mí, mi padre. El señor Rothschild reposaba en un sillón. Inmediatamente me vio entrar se puso de pie.

Narrador omnisciente:

Matthew dio pasos hasta acercarse al espacio donde se encontraba el señor Rothschild, cuando el señor Magnus Rothschild sintió una oleada de nervios que le hizo pensar que estaba en una nube. A su mente llegaron pequeños flashbacks de cuando eran adolescentes y pasaban todo el tiempo juntos.

— Mucho gusto, yo soy Marcello Moretti — extendió su mano para saludar al hombre que tenía enfrente y no reconocía.

— Es un gusto total. Yo soy... Magnus... Rothschild.

La cara del señor Moretti palideció, miraba al señor Rothschild atentamente intentando reconocer al hombre elegante que tenía enfrente.

Matthew le dio palmadas en la espalda a su padre, que aún intentaba encontrar algún recuerdo de la persona que tenía enfrente y que le parecía conocido.

—ma...Magnus... tartamudeó.

Magnus le dio una sonrisa mostrando los dientes.
— Sí, Marcello.

Marcello aclaró su mente y rápidamente se abalanzó hacia su amigo de infancia para abrazarlo. Mientras ese abrazo permanecía, los sollozos empezaron. Matthew incómodo decidió salir de la oficina.

Por si volvemos a vernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora