Capítulo 6: "La campeona Gerudo"
Si había algo que Elizabeth podía decir, era que ese viaje era el que más la emocionaba. Había deseado con todas sus fuerzas dirigirse hacia la ciudadela Gerudo y por fin estaba sucediendo.
Fue bastante largo, aproximadamente tardo una semana y media en llegar, pero contrario a los demás, este si pudo disfrutarlo. La ciudadela Gerudo se encuentra ubicada al suroeste del reino, en el desierto de Gerudo. Un lugar cálido y árido lleno de arena y un sol ardiente, pero también helado de noche.
Tuvieron que salir del dominio de las sirenas y seguir el camino más corto para llegar cuánto antes. Cruzaron cerca del pueblo de los humanos del caos, aunque por desgracia Elizabeth no vio a nadie de aquel pueblo (aunque claro, ellos si la vieron a ella) luego siguieron con el camino de la llanura, pasando cerca de la enorme meseta del reino y cuando llegaron al gran cañón el ambiente caliente del desierto los recibió.
Todos se detuvieron cerca de una posada que estaba afuera del mero desierto, donde el piso de piedra comenzaba a convertirse en arena y el calor aún no era tan insoportable. Pagaron por la estancia de los caballos para que los atendieran de la mejor forma, les dieran de comer y de beber y luego todos comenzaron a andar a pie
Por suerte, si no salías del camino tus pies no se iban a hundir en la arena, pero pese a que todos llevaban botas, sus pies comenzaron a sentir la característica sensación de tener aquellos granos diminutos entre sus dedos. Era molesto e incómodo, pero no podían detenerse, estaba por anochecer y en el desierto el frío de noche era realmente abrumador, no había palmas que ayudaran a crear una fogata y cambiarse a una ropa de invierno frente a todos era realmente vergonzoso.
Para suerte de todos, llegaron hasta el oasis justo antes del anochecer. En aquel oasis había varios puestos donde algunas Gerudo vendían comida, otras vendían ropa de hombre que ayudaría a soportar el calor del desierto y también había una posada abierta a todas horas para los visitantes.
Los caballeros pidieron habitaciones para todos para poder descansar, compraron comida para por fin llenar sus estómagos y eso bastó para calmar a Elizabeth, quien pudo ver en la lejanía la ciudadela Gerudo y a un montón de guardias que venían con rapidez hacia el oasis para recogerla a ella nada más.
Al menos estaría más tranquila sabiendo que sus caballeros ya estaban en un buen lugar para descansar y podrían esperarla ahí. Estando en la habitación que sus caballeros le consiguieron, la joven princesa se quitó las sucias ropas de viaje, colocándolas en una canasta para que alguien le hiciera el favor de lavarlas y se arregló con rapidez poniéndose su hermoso vestido azul marino y su tiara, para verse lo más formal posible en su junta con la matriarca.
Cómo ella ya lo sabía, las guerreras no tardaron mucho en llegar hasta donde todos ellos estaban, llamando la tención de visitantes y vendedores, pero en especial, de los caballeros de la princesa. La joven salió de la habitación completamente arreglada llamando aún más la atención y se aproximó hacia las guerreras con emoción.
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The princess with sacred power
FanfictionCuando una vieja historia sobre una bestia oscura resulta ser cierta y cuando la caída del reino ha sido presagiada, el rey de Liones se decide por hacer todo lo posible para evitar aquella calamidad y la destrucción de su reino. Si quiere evitar la...