II

127 22 33
                                    

Capítulo 2: La princesa

"—Elizabeth—la pequeña de ojos azules alzó la mirada para ver a su madre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"—Elizabeth—la pequeña de ojos azules alzó la mirada para ver a su madre. La joven reina le sonrió con la dulzura con la que siempre le sonreía a todos y estiró su mano. La princesa no dudo ni un segundo en tomarla y se acercó hasta la cama en la que la reina reposaba—¿Qué crees lo que escuché?—susurró—Escuché a tu padre decir, que encontraron unos pequeños restos de tecnología ancestral—los ojos de la princesa se iluminaron y una enorme sonrisa adornó su rostro. La historia del reino y todo lo relacionado a tecnología ancestral le gustaba mucho pese a su corta edad. La reina casi llora al ver su reacción—Le hice prometer que te llevaría a ver los descubrimientos—

—¿Y cuando iremos?—

—Quiza en unos días—sonrio—Prometeme que me vas a contar sobre todo lo que hayas visto cuando estés de regreso—la sonrisa en la albina se borró de inmediato y un puchero lo reemplazó.

—¿No vendrás también?—la dulce mujer postrada en la cama tuvo que morderse la mejilla para evitar las lágrimas. Tan solo sonrió más tratando de reconfortar a su princesa y la soltó de la mano para acariciar sus cabellos plata.

—En estos momentos no puedo, debo quedarme aquí para...atender unas cosas—mintió—Pero cuando pueda, te acompañaré de nuevo para que está vez vayamos juntas—los ojos azules de elizabeth se iluminaron.

—¿Lo prometes?—la reina dudó, no quería hacer promesas que no iba a cumplir, no podría soportar dejar a su pequeña con un hueco en el alma al saber que no cumplió lo acordado. No podía hacerlo. Evito la pregunta con una risita suave y extendió los brazos pidiéndole a elizabeth que se recostara con ella.

La menor no tardó en hacerlo, se metió dentro de la cama de sus padres siendo abrazada por su madre de inmediato y cerró sus ojos disfrutando de las caricias.

Adoraba pasar tiempo con su progenitora, ella la entendía a la perfección, tenían los mismos gustos e intereses, iban a todos lados juntas. Ella era su mejor amiga y estaba muy feliz de que fuera su mamá. Sonrió ante aquel pensamiento y se aferró más a la reina sin ver cómo la mayor lloraba en silencio"

 Sonrió ante aquel pensamiento y se aferró más a la reina sin ver cómo la mayor lloraba en silencio"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The princess with sacred power Donde viven las historias. Descúbrelo ahora