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Dos días antes de viña....

Mateo seguía bastante cortante conmigo.

Íbamos a tocar juntos en viña en dos días.

Pero no parecíamos ni amigos.

—Matu, dale nos tenemos que ir—Dije y el se levantó.

Nos subimos al avión y nos sentamos.

Eran las seis de la mañana y tenía muchísimo sueño.

El viaje era corto, eran solamente dos horas.

Estaba ya cansada que me termine durmiendo en el hombro de mateo.

Mateo

Nicole se durmió en mí hombro y me sorprendió.

Últimamente yo estaba distante con ella, después del beso me aleje.

Decidí que es lo mejor, ella me dijo que era mejor olvidarnos del beso.

Y yo preferí alejarme un poco de ella, lo que sentía era muy fuerte y si seguía tan cerca me iba a ser imposible olvidar lo que siento.

Yo a ella nunca la dejé de amar, ni siquiera cuando estuvo con el hijo de puta ese.

Cuando la sentí en mí hombro me tense un poco.

Amaba tenerla cerca y sobre todo sus abrazos.

La abracé y bese su cabeza.

Sentí un nudo en la garganta, y mis ojos se cristalizaron.

La amaba mucho, pero tenerla cerca no era bueno.

Me di cuenta de que se despertó pero no se movió.

La conocía tanto que sabía que estaba despierta.

—No fingís muy bien linda—Susurre en su oído y escuché su risa.

—Si sirve para que me hables.

—Si te hablo siempre.

—Matu, ¿Por qué me mentís? Decime una cosa, ¿Vos estás enojado o te hice algo?

—¿Lo podemos hablar después?

—Okey.

Después de decir eso me separe y me aleje.

Me levanté y fui al baño.

Me quedé ahí unos minutos hasta que escuche a la azafata decir que estábamos por aterrizar.

Salí de baño y fui a sentarme.

Le di la espalda a Mateo hasta que termino el vuelo.

Apenas pude me baje del avión y agarre mis valijas y camine al taxi.

Llegamos al hotel y hicimos el creck in.

—Son dos habitaciones no una.

—Lo siento señorita pero no tenemos registrada otra habitación.

—Ay la puta madre.

Nos subimos al ascensor y fuimos a la habitación.

Cuando llegamos deje las valijas y me tiré en la cama.

—Nicki, ¿Podemos hablar?

—¿De?

—Dale, sabes de qué hablo.

—Bueno, ¿De que querés hablar?

—Perdón por las actitudes del último tiempo.

—¿Pero porque estás así?

Solo por vosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora