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Después de un rato me desperté y mateo seguía debajo de mí remeron.

Levanté mí remeron descubriendo su cara y acaricie su pelo húmedo.

El se removió y abrió los ojos.

-No quería despertar, perdón.

-No pasa nada, ¿Te puedo pedir algo?

-Si, obvio.

-¿Te quedas conmigo porfa?

Yo asentí y lo abracé.

Acaricie su espalda y note unas lágrimas en mí pecho.

Nunca había visto a Mateo tan vulnerable.

El siempre había sido una persona que se enfrente a los problemas pero la enfermedad de Emi lo devastó.

Por un lado lo entendía, que alguien que amas tenga una enfermedad así debe ser muy difícil aunque seas una persona fuerte.

La pastilla había echo efecto porque mateo había dormido como dos horas.

Acaricie su pelo y el esbozó una pequeña sonrisa.

-¿Querés comer algo?

-No tengo hambre, estoy muy cansado pero no tengo sueño.

-¿Agua? ¿Mate?

-Agua.

Me levanté y le serví agua.

Le di el vaso y el se sentó en la cama.

Dejo el vaso en la mesa de luz y yo lo mire.

-¿Querés hablar?

El se encogio de hombros y yo me senté frente a el.

-Si querés hablamos, si querés no decimos nada, o hacemos lo que vos quieras.

-Creo que puedo intentar hablar.

-Sin presiones, si no querés hablar más no hablas y ya está, lo último que quiero es presionarte.

El asintio y yo suspiré.

-¿Cómo te sentís?

-Mal, no me puedo sentír de otra forma, mí hermano tiene leucemia Nicki, no entiendo porque a él, ojalá yo estuviera en su lugar.

-No digas eso, yo se que si por vos fuera todo sería al revés pero las cosas pasan por algo, aunque sean feas.

-Pero no entiendo porque a él.

-Nadie entiende, pero todos sabemos una cosa, que el es muy fuerte y va a salir adelante, es más capaz que cuando saques tu álbum el lo va a escuchar con vos.

-No hagas eso.

-¿Que cosa?

-Tratarme como si fuera pelotudo, nicole el no se va a curar así por así.

-Obvio que no, pero está con tratamiento, eso es lo único que se puede hacer.

-Pero no es suficiente, pero parece que no intactas entenderme.
Es mí hermano el que se está muriendo, entendelo, deja de tratarme como si fuera boludo.

Para este punto las lágrimas corrían por sus mejillas y las mías estaban luchando para salir.

Su labio inferior temblaba y sus manos también.

Agarre su mano y la apreté.

-El va estar bien-Dije con un hilo de voz.

El no dijo nada, solamente lloro y yo lo abracé.

Solo por vosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora