Epílogo

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Los ojos verdes de Sanzu se abren y puede observar una intensa luz en su cara, espera a que se acostumbren sus ojos y observa la habitación donde está. Está en un hospital, el se para sin entender que hace ahí si antes había salido del juego. De sus ojos aún salen lágrimas y se las seca. La puerta se abre dejando ver una mujer de pelo rosa con ojos verdes mirándolo sorprendida.

Senju deja caer las bolsas que trae y corre hacia su hermano para abrazarlo. Sanzu no sabe cómo reaccionar y detrás de él Takeomi entra, se sorprende y también corre a abrazarlo.

-¿Qué les pasa?-pregunta Sanzu

-¡Estás despierto!-grita Senju-Finalmente después de tres años-dice

-¿Qué?-pregunta Sanzu-imposible

-Te llame muchas veces y no respondías cuando fui estabas tirado en el piso desmayado-dice Takeomi-creía que habías muerto-dice

Sanzu mira a sus hermanos mientras estos dos lo abrazan fuertemente. El mediano se siente querido por primera vez en su vida así que se funde en ese abrazo.

Poco tiempo después Haruchiyo sale del hospital y siente el aire fresco de la vida real después de mucho tiempo. Sonríe porque atesora los momentos que pasó con Muto en ese juego, aún llora porque tuvo que morir en sus brazos y el culpable de matarlo fue el. Siente que si hubiese decidido perdonarlo nunca hubiese regresado a la realidad y Muto lo sabía por eso se sacrificó para que volviera a su vida normal.

Haruchiyo siente el collar de luciérnaga que Muto le regaló antes de morir y no entiende como se pudo venir con el pero es feliz sabiendo que por lo menos nunca fue un sueño y que todo fue realidad en su vida.

Agarra su abrigo y lo envuelve en su cuerpo ya que el día frío de diciembre se siente en sus huesos, por primera vez no tiene miedo de sus cicatrices y de mostrárselas al mundo. Además perdonó a sus hermanos por lo que hicieron y todo fue gracias a Muto.

Camina lentamente por la acerca de Japón sumido en sus pensamientos cuando de repente choca con alguien, su cara se desfigura mientras observa hacia el frente. Sus ojos se abren al ver que frente a él está un hombre con pelo violeta  y a su lado un hombre con pelo violeta sin sus gafas.

-¿Rindou, Ran?-pregunta Sanzu sin poder creérselo

Los dos lo miran de arriba abajo y luego se sorprenden.

-¿Sanzu?-pregunta Ran-¿Por qué estás así?¿Por qué tienes el pelo rosa?-pregunta-¿Siempre haz estado aquí?-pregunta

-¿De qué hablas?-pregunta sin entender nada-es mi color de pelo natural-contesta-¿Por que ustedes visten así?-contraataca

-Por que ya no tengo 18 años, Sanzu. Soy un hombre de 32 años-responde Ran 

-Lo que mi hermano quiere decir es que no sabemos qué pasó pero de repente nuestras vistas de nublaron y luego se pusieron negras y salía "Game over" cuando nos levantamos estábamos aquí en este mundo. Todos estábamos aquí. Tuvimos que acostumbrarnos pero hemos estado bien y somos la pandilla más grande Japón, la Tokyo Manji.-dice

-¿Todos están aquí?-pregunta Sanzu con sus ojos brillando

-Si, menos uno-dice Rindou-Vamos, para que veas a la pandilla luego de bastante tiempo.

Sanzu asiente y los sigue emocionados de poder ver a Mikey nuevamente después de tanto tiempo. Llega a un edificio gigante y no entiende que hacen aquí. Ran le explica que son hombres de negocios y son ricos. Sanzu abre sus ojos sin poder creerlo y llegan a la sala de reuniones. Los hermanos entran y Sanzu se sorprende al ver a todos los presentes cambiados. Un Mikey de pelo negro lo observa y sus ojos se abren.

-¿Sanzu?-pregunta Mikey

-Mikey-respondo sonriéndole

-Es raro verte así, sin mascarilla y con ese pelo-dice

-Este es mi verdadero yo-digo

-No te he visto por 14 años-dice a lo que mis ojos se agrandan

Explicó todo detalladamente como hacía las misiones, como Muto me encontró y me ayudó, intento que mi voz no se me quiebre cada vez que hablo de él y hablo de cómo falleció para traerme aquí.

-Finalmente tuve que matar al traidor-digo

-Pero Sanzu, Muto no era un traidor-dice a lo que mi corazón se cae de mi cuerpo-El estaba en una misión encubierta, es como si el juego odiara a los protagonistas y no los quisieran justos-dice

-Fue entonces el juego-dice-para regresar necesitaba sacrificar a lo que más amaba o sino me quedaba en ese juego para siempre, por eso Muto decidió sacrificarse por mí-digo mientras agarro mi luciérnaga y muerdo mis labios para aguantar mis lágrimas

-Aún necesitamos saber porque se creó el juego y como salimos de él. No es tu culpa nada que sucedió-dice Takemichi

-No es tu culpa-dice Izana-es culpa del juego, después de todo fuimos creados por el y te conocimos-dice a lo que asiento-Vamos a empezar la reunión, aún falta un idiota que siempre llega tarde.

-¿Quién falta?-pregunto

Un perfume reconocido llega a mis fosas nasales provocando que se agranden mis ojos. Me giro rápidamente mientras frente a mi un hombre rubio con ojos negros, junto a un traje de diseñador rojo aparece en mi campo de visión. Mis ojos se abren a más no poder y mis ojos se llenan de lágrimas. El me observa de arriba abajo.

-¿Haru?-pregunta a lo que yo asiento contento

El se acerca y yo me tiro a sus brazos a abrazarlo, el pone sus manos alrededor de mi cintura y yo pongo mis manos alrededor de su cuello mientras aspiro su perfume que tanto extrañe.

-Muto-susurro-cumple tu promesa-digo-está es nuestra otra vida.

El se ríe en mi oído mientras me da un beso en mi mejilla. Volvemos al abrazo que dura una eternidad.

-Haru, cásate conmigo-dice

-En esta y en quinientas vidas sería tu esposo-le digo







Fin

Gracias por leer la historia y sus votos. Espero que les haya gustado la historia. Nos vemos.

Att.suicidealways-12

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