Cursed CatAlastor
Un día normal, iniciaba para todos los residentes del hotel Hazbin.
Cómo siempre, Castiel realizaba sus actividades diarias con ayuda de la pequeña Niffty.
A una hora exacta, el oji-celeste se dirigió a la habitación del demonio rojo, como ya era costumbre, para despertarlo y darle su desayuno.
Al estar frente a la puerta, dió leves golpes, anunciando su llegada, y en completo silencio se adentro. Fue directamente a la cortina y con delicadeza, abrió, dejando que la luz iluminará toda la habitacion.
Dió media vuelta y de manera sorpresiva, se percato que la cama, ya se encontraba escombrada.
Alzó una ceja con extrañeza, se dirigió a la puerta del tocador, dió leves golpes y espero una respuesta. Al pasar unos minutos, decidió entrar, encontrándose completamente vacío el lugar.
Todo en la habitación se encontraba en orden, como si el demonio rojo, no hubiera llegado a dormir.
Eso lo confundió por completo. Invoco unas sombras y las mando a buscar en todo el hotel al ciervo, pero para su sorpresa, no se hallaba en el edificio.
Soltó un suspiro, para dejar de tomarle importancia, y seguir con sus labores.
Agarro la ropa sucia, y se dirigió a la puerta, sostuvo el pomo y abrió, pero antes de salir, sintió como algo se restregaba entre sus piernas.
Rápidamente agachó la mirada, para saber que era, topandose con una especie de gato sonriente de color rojo.
Dejó la ropa a un lado, y se agachó para sostener al mínimo entre sus manos.
Castiel: ¿De dónde saliste? -Ladeó la cabeza, y el gato imito su acción- No sabía que Alastor tuviera una mascota... Más bien, no sabía que le gustarán los animales -Se fijo que en la pequeña corbata, se hallaba una nota- ¿mmm? ¿Que es eso? -Quito el papel y lo abrió para comenzar a leerlo- "Cuida al pequeño mounstro, mientras estoy ausente. No te preocupes por mi, que yo estoy bien" -Chisto la lengua e inmediatamente quemó la nota-
Soltó un suspiro, dejo al minino en el suelo para sujetar nuevamente la ropa y salir de la habitación, con el animal siguiéndolo "alegremente".
Unas horas después, todos los residentes del hotel, se encontraban en el lobby, realizando una nueva actividad impuesta por Charlie. Pero, nadie la estaba realizando. Toda su atención, permanecía en Castiel, y su cabeza. Por lógica, al canino se estaba poniendo incómodo, al tener tantas miradas sobre él.
Castiel: ¿Qué? -Pregunto a la defensiva- ¿Les puedo ayudar? ¿O acaso planean decirme algo? Si es así, diganlo ya, por qué sus miradas me incomodan.
Charlie: Ammm bueno, todos tenemos la curiosidad de... -Castiel alzó una ceja-
Angel dust: ¿De dónde sacaste esa cosa? -Señalando la cabeza del canino-
El joven, mantenía al "gato" encima de su cabeza, ya que, en todo el día, el mounstrito no había dejado de seguirlo y cuando lo encerraba en alguna habitación, este aparecía de la nada, en el mismo lugar que él se encontraba. Así que, tomo la decisión de llevarlo consigo.
Y tal parece, que al gato le agrada estar en su cabeza, porque no ha dado indicios de quererse quitar de ahí.
Castiel: No es mío, solamente lo estoy cuidando. Es un favor que me ha pedido un conocido.
Todos lo dejaron pasar por el momento, para seguir con la actividad de Charlie. Pero al término, rápidamente, todos se acercaron para ver al animal con más detalle.
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El ángel de la muerte [hazbin hotel]
FanfictionUn humano, cuyas acciones dejaron su balanza en equilibrio, no perteneciendo al infierno, ni al cielo. Dando como resultado, el trabajar en los dos mundos. Juzgado cada alma al término de su vida, participando en los exterminios anuales del infiern...