El gran guerrero del mar. (Usopp x All)

11.5: ¿Dónde estás?

Narra Sanji:

Busqué a Usopp con la mirada por todo el lugar, pero no conseguía verlo. 

¿Dónde se habrá metido? Tal vez se asustó y se alejó. Desde que es gamma es un poco más sensible a su entorno. 

Mi pobre chico lindo, ha de estar muy nervioso esperando que yo lo encuentre y lo consuele... ¡Ya voy por ti, precioso, espérame!

Aceleré mi caminata, echando un vistazo a las enroscadas entrecalles, preguntándole a los isleños que me miraban con desdén. 

Qué maleducados son todos por aquí...

Por estar caminando, terminé perdiéndome entre la multitud. Para ser una isla tan pequeña era demasiado transitada. Así no podría encontrar a Usopp nunca, maldición.

Quizá podría intentar encontrar su aroma tan particular. 

Aspiré profundamente, permitiéndome distinguir cada esencia. 

¿Eh? ¿Por qué huele tan fuerte? ¿Nadie usa supresores en esta isla?

— ¡Sanji! ¡Sanji! —gritó Chopper y lo distinguí agitando su mano entre la multitud. Me acerqué a él rápido y nos apartamos un poco de la gente, metiéndonos a un callejón.

— Chopper, ¿Has visto... ? —estaba comenzando a asustarme por la ausencia de mi precioso gamma, pero Chopper me interrumpió, ajeno al problema, entusiasmado con un descubrimiento suyo.

— ¿A qué no sabes? En esta isla nadie usa supresores... ¡Es una isla libertina! Es por eso que se llama Isla Caliente, lo de las termas es una tapadera para que las autoridades no molesten. Me lo contó el señor de la botica porque le pregunté si tenía alguna medicina o libro sobre gammas. También me dijo que... —detuve su verborrea con un gesto de absoluta preocupación.

— ¿Has visto a Usopp? No sé en qué momento se separó y ahora no lo encuentro. ¡Chopper, debemos encontrarlo ya! —mi desespero se filtró a mis palabras apresuradas y a la postura que tomó mi cuerpo, lista para salir corriendo a internarse entre el tejido urbano de esta estúpida isla.

¿Cómo que libertina? Pensé que estaban prohibidas y que ya no existían. Son sumamente peligrosas para omegas, y ni hablar, gammas. El comunicado oficial del Gobierno es que habían sido desmanteladas, en una medida de protección hacia los viajeros omegas, pero veo que todo era mentira. Qué mierda. Noté que todas las feromonas que podía percibir olían a alfa, no parecía haber ni un omega en la zona. 

Eso solo podía significar una cosa... Dios, no puede ser.

Carajo, Usopp, ¿Dónde estás? 

(...)

La gente no respondía nuestras preguntas. Nos empujaban o nos insultaban. Muy pocas personas nos habían hablado con respeto y solo para advertirnos que no llamáramos mucho la atención, y que mejor no metamos nuestras narices donde no debemos.

Pero sus advertencias me las pasaba por los huevos. 

Encontraré a Usopp y mataré a quién le haya puesto un dedo encima.

— ¡Chicos! Miren toda la comida deliciosa que conseguí —la voz de Luffy llegó a mis oídos y me estremecí. Temía un poco su reacción cuando se enterara del aprieto en el que nos metimos, pero no había tiempo que perder.

— Luffy... ¿Has visto a Usopp? —Chopper se me adelantó y preguntó por mi, recibiendo una negativa como respuesta.

¡Carajo!

— Escucha, Luffy. No sabemos dónde está Usopp y como esta es una isla libertina, tememos lo peor... Debemos encontrarlo ya —estaba serio, con la voz agitada por los nervios, pero luchando por mantener la compostura.