R(h)ogar.

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No hice leña del árbol caído,
pero sí usé su madera para hacer un hogar manido.

Un hogar en el que estar a medias,
un lugar en el que rogar a tientas
a cualquiera que me escuche
y pueda convencerme de que luche.

Pequeñas catástrofes con final (in)feliz ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora