Camino por los lugares que me han visto llorar y que todo lo saben,
imaginando que se siente al estar bajo el agua y que el aire se acabe.
Camino por los lugares que me han visto llorar y saltar sin red
a unos brazos que no me querían pero sí que hacían de juez.
Camino por los lugares que me han visto llorar en busca de fe
pero solo encuentro miradas ajenas que me gritan: ¡vete de una puta vez!
Camino por los lugares que me han visto llorar sin que el sol caliente mi piel;
y es que ni el cielo me da un poco de cuartel.
Camino por los lugares que me han visto llorar estirando el tiempo como un chicle viejo, el pecho de plomo, preguntándome cómo y esquivando consejos.
Camino por los lugares que me han visto llorar y también sentir,
sin poder evitar rumiar: aquí solo hay trozos de mí.
Camino por los lugares que me han visto llorar a la espera de volver a brillar.
Pero solo me siento segura a la orilla del folio que siempre me abraza cuando me ve flaquear.
Mi mente en penumbra,
con solo un montón de palabras cansadas,
decide ver el mundo gris para descubrir cuál de ellas me ampara.
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Pequeñas catástrofes con final (in)feliz ©
PuisiA veces queremos ser escuchados; enfadados y frustrados porque no hay oídos para nosotros. A veces queremos guardar silencio; encerramos en un cajón lo que nos duele por si algún día lo olvidamos. Y, cuándo por fin llega alguien que nos pide hablar...
