Vuelvo a los lugares que me han visto reír para ver si guardan un conjuro que nadie sabe; que nada es tan grave, que de todo se sale.
Vuelvo a los lugares que me han visto reír para bailar sobre un terremoto,
el mismo que me alienta a salvarnos a nosotros.Vuelvo a los lugares que me han visto reír como el adicto a la morfina;
sálvame de mi ruina.Vuelvo a los lugares que me han visto reír quiero hacer de mi piel una guarida
donde no note la caída,
ni que vengo de la generación perdida.Vuelvo a los lugares que me han visto reír, acallando la voz autodestructiva.
Quiero sanar la herida.Vuelvo a los lugares que me han visto reír en busca de un mañana,
de sentirme menos villana
y cerrar esa puerta para abrir una ventana.Vuelvo a los lugares que me han visto reír,
pese a saber que los recuerdos hacen trampa, como el mago con su baraja,
y que lo que escribí ayer me mata pero hoy me relaja.Porque me he acostumbrado a ser la loca que no encaja,
la pieza que tiene los filos afilados como navajas,
pero que nunca corta a otros.
Solo a mí en invisibles trozos.
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Pequeñas catástrofes con final (in)feliz ©
PuisiA veces queremos ser escuchados; enfadados y frustrados porque no hay oídos para nosotros. A veces queremos guardar silencio; encerramos en un cajón lo que nos duele por si algún día lo olvidamos. Y, cuándo por fin llega alguien que nos pide hablar...