Escribir es contar tu historia a través de unas cuantas mentiras y mucha verdad.
Escribir es conocerte a través de unos personajes que no llevan tu nombre pero sí mucho de ti.
Escribir es desahogarte y gritar al mundo entero lo que no te atreves a decir con tu boca.
Escribir es construir un hogar en el que sentirte a salvo del tuyo cuando este está en ruinas.
Escribir es romperte.
Escribir es llorar con otros ojos y reír en tonos diferentes.
Escribir es vivir mil y una historias con retales de la tuya pero siempre con un final distinto.
Escribir es como discutir sabiendo lo que quieres defender sin arrepentirte después de haberte dejado algo en el tintero.
Escribir es leerte.
Escribir es abrazarte.
Escribir, a veces, es un susurro que calma a las voces de tu cabeza y te dice: "está bien no estar bien ahora, ya estarás mejor después".
Escribir es ayudar(te).
Escribir es para valientes que lloran con la cara descubierta y se expresan con el corazón en la mano.
Escribir,
en definitiva,
me salvó.
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Pequeñas catástrofes con final (in)feliz ©
PoetryA veces queremos ser escuchados; enfadados y frustrados porque no hay oídos para nosotros. A veces queremos guardar silencio; encerramos en un cajón lo que nos duele por si algún día lo olvidamos. Y, cuándo por fin llega alguien que nos pide hablar...