Capítulo I

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Alex miraba una, otra y otra vez el video que Lena le había entregado, estaba reunida una pequeña parte del equipo, Imra y Mike viviendo cerca, no dudaron en acudir al llamado, Winn, por su parte, se encontraba de camino—no sin antes revisar cuidadosamente el video junto a Brian—, lo mismo sucedía con los mejores amigos de Kara, todos estarían prontamente reunidos, entre ellos se le sumaba Lex Luthor, quién había conseguido someterse a una operación recuperando el 70% de su movilidad en las piernas, no dudó ofrecer su ayuda, porque hacía mucho tiempo veía la tristeza que su hermana menor intentaba ocultar con una sonrisa.

Ahora se miraban entre sí, recostados en la fría mesa metálica intentando no perder su apreciada y corta paciencia con esa pelirroja incrédula, especialmente Lena, no sabía por qué se le hacía tan difícil creer que la rubia estaba viva, como ella lo supuso desde un principio, no necesitaba tener colgando en su pecho una placa que la acreditara como agente para entenderlo, ni siquiera sabía qué había pasado con la agente de la CIA Alexandra Danvers para que haya perdido su sentido policíaco.

—¿Estás segura que esto es real, Lena?

—Alex, es como la quinta, o sexta vez que te lo digo. Es completamente real —intentó suavizar su voz—. Winn y Brian revisaron minuciosamente cada detalle —suspiró acomodando su cabello—. Kara está viva, necesitamos traerla de regreso a casa, no se puede dudar de que eso haremos.

—¡Por supuesto que lo haremos! —exclamó mirándolos con ojos vidriosos— No puedo creer que mi hermanita esté viva, todo este tiempo lo ha estado.

—Todo este tiempo Lena ha tenido razón y ninguno de nosotros fuimos capaces de creerle —admitió Mike negando con su cabeza, su mujer acarició su brazo dándole apoyo mientras se acercaban al círculo—. ¿Dónde está Kara? Necesitamos tener un buen plan para traerla de regreso.

—Cabe destacar que Lena siempre ha tenido buena intuición, yo mismo puedo dar fe de que cometí varios errores por no haberla escuchado —se metió el mayor de los Luthor buscando sentarse, comenzaba a dolerle las piernas—. Pero no es momento de arrepentimientos, necesitamos hallarla y saber a quién nos enfrentaremos. ¿No dio más detalles la agente Prince?

—No —gruñó fastidiada—, nada más me pidió reunirlos a todos y luego nos vería a todos en un lugar específico —encogió sus hombros mirando los ojos penetrantes azules de Kara en el video—. Alex, ¿no sabes si la CIA, sabe algo de esto?

—Intentaré averiguar, pero dudo mucho que el FBI haya sido tan amable de distribuir la información sobre su desaparición. Literalmente dieron por sentada que Kara murió en la explosión —encogió sus hombros, dentro de sí misma tenía mucha esperanza de encontrar a su hermana—. Lo único que hicieron fue inculpar a Lillian Luthor y cerrar el expediente ya que parece haber desaparecido de la faz de la tierra —los hermanos Luthor asintieron mirándose entre sí—. Me pregunto qué le habrá pasado, ¿por qué no nos buscó?

—Eso es lo que pretendo averiguar cuando la tengamos de regreso, Alex —sonrió de medio lado, tenía muchas cosas en mente—. Nos veremos en unas horas, apenas el equipo esté completo. Traten de que nadie más se entere, no sabemos quiénes pueden estar oyendo.

—Entendido.

—Yo iré personalmente a darle una pequeña visita a Walker. Avísenme si hay novedades —le informó Alex mirando directamente a los ojos Lena—. Y, Lena, te recomiendo hablar con Cassandra sobre esto. Sé lo mucho que sigues queriendo a mi hermana —lo último se lo dijo como amiga y no como agente antes de despedirse con un pequeño beso de Sam que se había mantenido en silencio todo el tiempo.

Haciendo caso a sus órdenes tomaron camino hacia la salida, hablando en voz baja entre ellos. Lena respiró profundo mirando a su hermano, saber que Kara Danvers estaba viva, le creaba un revoltijo de emociones que creía superadas, sabía que Alex tenía razón, Cassandra no lo merecía, pero conocía su pasado y sus sentimientos hacia la ex agente, seguían latentes en su pecho. Dejando a su hermano atrás, Lena salió rumbo a su auto, todo su mundo empezaba a darle vueltas, no podía soltarla, su corazón lo había conseguido. Recargó sus brazos sobre el techo del auto, comenzó a recordar cómo la vio por primera vez en las Fabelas, irónicamente estaba buscándola a ella, persiguiendo a una Luthor para pedirle colaboración.

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