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CAPITULO VEINTE dulces
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Estuvieron alrededor de veinte minutos parados bajo la sombra de una tienda de convivencia Sakura, Sasuke y Dai a la espera de que el Uzumaki por fin diera una señal de vida ante ellos.
En el momento en que se dejó ver a través de las calles poco concurridas Sakura fue la primera y la única en renegar por su tardanza. Naruto se disculpó explicando que tuvo un inconveniente en el baño de camino aquí con un cartón de leche.
─── ¡Eres un asqueroso!
Dai a un lado de Sasuke solamente sonrió a medias, le echo un vistazo a su acompañante quien había estado muy callado desde que se vieron. Cosa común entre ambos. Luego de aquel beso, su primer beso, las cosas entre los dos no parecían ser o volver a ponerse iguales.
─── Supongo que ya nos vamos. ─── Sasuke la miró con cautela, Dai lo miraba de frente sin enterarse de que el chico tanteaba el terreno con ella.
Su cabeceo fue la respuesta para hacerlos andar hacia delante.
─── Si ─── ambos caminaron lentamente hacia el dúo bullicioso, pero en el transcurso sus brazos se rozaron sin querer, los músculos de la chica parecían más firmes que la última vez que los sintió en el entrenamiento ─── ¿Has estado entrenando?
─── No puedo quedarme quieta. ─── Dai admitió con vergüenza sin saber exactamente porqué. Nunca se había sentido avergonzada de decirlo.
─── Quizás… ─── ni siquiera sabía si decirlo sería lo correcto pero aun así prodigio ─── deberíamos entrenar juntos. Sería bueno.
─── ¿Si? No creo que sea una mala idea. Debemos fijar un día y el lugar.
Las manos resguardadas en los bolsillos delanteros se apretaron en lo que parecía ser una victoria, había conseguido una especie de “cita”, no lo era específicamente así pero ambos estarian a solas y de eso iba ese tipo de cosas, sus ojos oscuros empezaron a derrochar confianza al recordar como Sakura le aseguro que no lo lograría sin su ayuda.
