CAPÍTULO 2

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De esa forma había comenzado la mañana del primero de esos catorce intensos días que estaban por llegar.
Desde luego, a Leyre le había encantado la confesión de su hermano. Ella siempre se había fijado en el joven, pero desechaba rápidamente ese pensamiento, llegando a sentirse mal tan sólo por planteárselo.
Era difícil no fijarse en él cuando prácticamente parecía un modelo en cada acción cotidiana que realizaba, y además era buena persona e inteligente.
Pero sabía bien que debía esconder esos pensamientos y guardárselos para siempre, ya que eran hermanos biológicos.
Hasta ese día.

Al principio, Leyre creyó que el resto del día predominaría un ambiente tenso entre ambos.
Pero nada más lejos de la realidad, pues Light se encargaba de que la situación entre ellos pareciese de lo más normal.
Como si quisiera poner todo su empeño en hacerla sentir bien, y que la culpa no asolase su mente.
El castaño preparó la comida, y por la tarde, ambos vieron una película en el salón.
El chico abrazaba a la joven, mientras ella intentaba concentrarse todo lo que podía en la trama, ya que, después de lo de esa mañana, cualquier caricia de Light conseguía despertar un cosquilleo en su vientre, nada inocente.
Sin darse cuenta, ella empezó a darle vueltas a lo ocurrido entre ellos, y un nudo en el estómago hizo cambiar por completo su expresión facial a una más seria.
Light se dio cuenta rápidamente de esto, y quiso intervenir.

—¿En qué piensas?— aunque ya se imaginaba la respuesta.

—Yo... Me siento un poco mal por lo que hemos hecho...— confesó ella sin mirarle a los ojos.

—No tienes por qué sentirte mal. No hemos hecho nada malo— Light hablaba con naturalidad, sin darle ninguna importancia.

—Claro que sí lo hemos hecho. ¿Tú esto se lo podrías contar a mamá y papá? ¿No, verdad? Ahí tienes la respuesta— señaló ella con seriedad.

—No se lo tienes por qué contar— él seguía con su actitud calmada, encogiéndose de hombros.

—No me gusta mentir así...— Leyre desvió la mirada hacia el suelo, con una sensación de culpa sobre ella.

—No tienes que mentirle a nadie. De hecho, no creo que sea un tema de conversación normal. No va a venir papá a preguntarte si nos hemos acostado— se notaba que Light quería dejar esa conversación atrás, pero Leyre no podía parar de darle vueltas a su malestar.

—¿Ves? Sólo con que lo menciones ya me siento mal— suspiró ella.

—Te entiendo... Yo también pasé por esa fase... Al principio, cuando me di cuenta de que me gustabas— Light comenzó a mirar hacia el techo, recordando, mientras Leyre le miraba con curiosidad— Cuando empecé a salir con otras chicas, me di cuenta de que, después de pasar una noche con alguna de ellas, perdía todo el interés... Al principio, pensé que el problema era mío. Pero después me di cuenta de que si te veía con algún hombre, me enfadaba mucho y no podía consentirlo... Até cabos rápido— hizo una señal con la mano indicando la obviedad— Mi primera fase fue hace un par de años: la negación total. Empecé a liarme con cualquier mujer, tratando de desmentirme lo que ya sabía— Leyre frunció el ceño sólo de imaginarlo— Cuando vi que no funcionó, empezó mi segunda fase, y me sentía como una mierda por pensar en ti sin que lo supieras... Por desearte... Y así estuve bastante tiempo. Intenté evitarte lo máximo posible, pero era bastante difícil viviendo juntos— relató él con una media sonrisa.

—¿Y en qué momento dejaste de sentirte mal?— preguntó ella, esperando que su ejemplo pudiera ser el suyo también.

—Cuando mis amigos empezaron a querer acercarse a ti con segundas intenciones. Ahí fue cuando exploté y me dio todo igual. No iba a permitir que ningún hombre te tocase ni lo más mínimo— sentenció con simpleza.

PROHIBIDO (Light Yagami x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora