CAPÍTULO 9

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—Light... ¿Hablas en serio?— preguntó ella, mirándole con fijeza. Él chico no titubeaba.

—Por supuesto. Te lo estoy pidiendo en serio— contestó sin dudarlo ni un segundo.
La joven no podía ni creérselo, así que sin saber muy bien por qué, comenzó a reírse, haciendo que Light la mirase con reproche.

—¿Te hace gracia?— la observaba carcajearse el joven.

—No, claro que no... Me hace gracia el momento que has elegido para pedírmelo— se calmó la pelirroja divertida por la situación— Sí que quiero— contestó finalmente, mirando al chico que contenía el aire por la emoción.
De pronto, le abrazó fuertemente mientras él la correspondía de igual modo, con una sonrisa ilusionada— Claro que quiero casarme contigo... Ojalá pudiésemos, mañana mismo, incluso— susurró la chica, sabiendo de lo imposible de la petición.
Light se quedó en silencio, acariciando el pelo de la joven que descansaba en sus brazos.
Puede que casarse con su hermana fuese una tarea complicada, pero no imposible. Y él se encargaría de hacerla realidad.

Los días de la semana fueron muy tranquilos.
Había perdonado totalmente a su hermano, y mejor aún, sus padres parecían ignorarles por completo.
Eso era una buena noticia, pudiendo ser mucho peor que siguiesen intentando separarlos.
Aunque esa extraña calma no dejaba de ser inquietante para Light, que conocía bien a su padre y sabía que no se iba a rendir tan fácilmente.

La vida entre ambos era como Leyre había soñado. Aunque siempre la sombra de un pensamiento negativo acechaba cuando la joven intentaba dormir.
La proposición que Light le había hecho no había conseguido más que abrirla los ojos al futuro que a ambos les deparaba.
No podrían casarse nunca.
Tendrían que vivir en una relación encubierta el resto de sus vidas.
Ni siquiera podrían tener hijos.
¿O si podrían?
Pero Light se negaría.
Todas esas cosas enturbiaban el sueño de la pelirroja, provocando en ella todo tipo de dudas que no se atrevía a compartir con su hermano.
Pero por su lado, Light, tenía muy claros sus objetivos y lo que iba a hacer para conseguirlos.
El cumpleaños de su hermana estaba cerca, y tendría el tiempo suficiente para preparar todo su plan para entonces.
Y además era la excusa perfecta para que ella no sospechase nada.

El castaño ya tenía todo previsto.
Esa misma mañana, el día del cumpleaños de su querida hermana, dejó un sobre en el buzón como si fuese una carta dirigida a ella.
Tendría que esperar a que la pelirroja llegase a casa al mediodía para que ella descubriese la sorpresa. Aunque no se imaginaría el plan final de todo aquello.

Leyre llevaba un día de cumpleaños bastante normal. No es que hubiera pasado nada malo pero tampoco nada excesivamente bueno.
Todos sus compañeros le habían cantado el cumpleaños feliz y le habían llevado una tarta a clase, junto con un regalo. Un bonito bolso.
Light la había felicitado nada más despertarse, y la prometió ir a cenar fuera para celebrar ese día.
A ella le gustaba la idea pero ya habían cenado fuera tantas veces que tampoco la emocionaba demasiado.
Llegó a casa con tranquilidad, y como solía hacer siempre sacó las cartas que había en el buzón.
Todo era publicidad.
Ella subía por el ascensor, distraída, haciendo una bola de papel con los folletos de propaganda.
Pero de pronto se dio cuenta de que había una carta para ella, sin remitente.
La chica abrió la puerta del apartamento y entró, dejando las llaves y la publicidad en la mesa mientras trataba de abrir la carta.
Light la había oído llegar, y escuchando cómo abría la carta caminó para llegar al salón y mirarla de reojo esperando su respuesta.
Dentro del sobre había una carta en la que ponía

"Leyre, feliz cumpleaños, y no te preocupes por las maletas.
Te quiero."

Era de Light, esa era su letra.
Pero la frase hizo que la chica frunciese el ceño.
¿Qué maletas?
Dentro del sobre había más cosas, la chica las sacó y se quedó boquiabierta.
Eran dos billetes de avión con destino a Suecia.
La joven no se lo podía creer. Pero además la hora de salida del vuelo era a las cuatro de la tarde y ya era la una.
La pelirroja miró a Light con emoción y fue corriendo a abrazarle.
El chico le había preparado la mejor de las sorpresas. Un viaje para ellos dos solos a un país precioso.
Ese regalo no podía ser más romántico e idílico.
Light correspondió el abrazo y besó la frente de Leyre.
Ella estaba a punto de llorar por esa muestra de amor del castaño.

PROHIBIDO (Light Yagami x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora