CAPÍTULO 5

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Cuando ya todos estaba en sus habitaciones, sobre las dos de la madrugada, el castaño se levantó y, sin hacer ningún tipo de ruido, abrió la puerta de su cuarto en dirección a la de Leyre.
Por su parte, la chica intentaba dormir pero no podía evitar pensar en lo que había sucedido con su hermano en la cocina, y eso la quitaba por completo el sueño.
De pronto, escuchó el leve crujido de la puerta de su habitación, mientras ésta se abría con lentitud.
Era Light.
La chica puso cara de sorpresa, sin saber si echarle con un portazo o hacerle un hueco en su cama.
Ya decidió el castaño por ella, quien rápidamente cerró la puerta tras de sí y se coló bajo las sábanas de Leyre.

—¿Qué haces aquí?— intentaba no alzar la voz ella.

—¿Tú qué crees? Terminar lo empezado— hablaba con un hilo de voz que sólo su hermana podía escuchar, mientras se acomodaba sobre ella.

La pelirroja estaba tumbada boca arriba, con Light encima de ella, muy cerca de rozar sus labios.
Ambas respiraciones se entrelazaban, agitadas por la posibilidad de que les pillasen.
Él la besó apasionadamente, siendo correspondido de igual forma por ella, dándole a entender que se habían despejado todas las dudas de si dormir esa noche juntos o no.
Ese chico hacía que Leyre perdiese el juicio y no pensase en las consecuencias de ser descubiertos.
Light terminó el beso lamiendo los labios de ella y bajando su lengua por el cuello de ésta, erizando la piel de la joven a su paso, que ya comenzaba a arder, recordando los roces de la piel del chico contra la suya en la cocina.
Light, con agilidad, desabotonó la camisa de pijama de la chica, dejando sus pechos, sin sujetador, al descubierto.
Esto complació mucho al chico, ya que le ahorraba quitar una prenda.
Comenzó a masajear un pecho, y a lamer el otro con deseo.
Los pezones de Leyre se erizaron enseguida, rodeando con sus piernas la cintura del joven, invitándole a subir más la temperatura entre ambos.
Light siguió bajando sus besos por el vientre de ella, hasta darse cuenta de que la joven no llevaba pantalones. Sólo le separaba de su zona íntima la delicada tela de su lencería.

—¿Sueles dormir así?— preguntó el joven con una sonrisa cargada de deseo.

—En verano sí— susurró ella, costándole respirar mientras notaba cómo su hermano bajaba su lencería por sus piernas y se deshacía de ella.

—Tendría que haber venido antes— hablo él como si se regañase a sí mismo por todos esos años perdidos.

Light se hizo un hueco entre las piernas de su hermana, que ya suspiraba sabiendo lo que el castaño quería hacerle.
Con dos de sus dedos comenzó a masajear la zona más sensible de ella, pero este mensaje no duró mucho, ya que sus dedos fueron sustituidos por su lengua, que humedecía aún más ese punto tan placentero.
El chico movía su lengua con tal destreza que rápidamente Leyre estaba ya arqueando su cadera, pidiendo más y ahogando el primer gemido, que luchaba por salir con fuerza.
Unos latigazos de placer recorrían el interior de la chica, y ella notaba que la piel le ardía.
Él se deleitaba viendo a su hermana prácticamente rogándole que siguiese.
Siguió lamiendo la zona cálida y húmeda, jugando con esa zona que tanto placer le brindaba a ella.
Pequeños gemidos conseguían salir de la boca de la chica, aunque se esforzaba porque fuesen los mínimos.
Entonces, Light llevó dos de sus dedos al interior de la pelirroja, mientras seguía lamiendo en círculos.
Eso terminó de extasiar a Leyre, que se movía al ritmo de los dedos de él, que salían y entraban muy húmedos, en un vaivén que ella quería acelerar.
Light no quería tampoco que les pillasen, así que no aceleraba mucho los movimientos para que ella pudiera controlar sus gemidos.
Pero tampoco podía evitar querer oírla gritar más, ya que esa situación le excitaba igual que a la joven, y cierta endurecida zona de él lo corroboraba.

—¿Quieres que vaya más rápido?— preguntó el castaño, jugando con su hermana.

—S...Sí...— ella no podía prácticamente articular ninguna palabra, mirando los dedos del chico entrar hasta la zona más interna y placentera.

PROHIBIDO (Light Yagami x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora