Tras recomponerse, ambos salieron de los aseos por separado, para no levantar sospechas.
El primero en llegar a la mesa fue Light, quien se sentó en su sitio con una expresión de completa normalidad. Como si nada hubiera pasado.
Perfectamente podría haberse dedicado a actor de Hollywood.—Tarda mucho tu hermana, ¿no?— preguntó Kento mirándole a los ojos, intentando sonsacarle la verdad, sospechando por los numerosos minutos que habían tardado ambos.
Pero Light era un maestro en esos términos, y le sostuvo la mirada sin titubear ni un instante.—Esta mañana no se encontraba muy bien, será por eso— la excusa sonó convincente de labios del castaño.
La información justa para dejar pasar el tema.
Nadie se atrevería a acusarle de nada en su propia cara y sin pruebas:
Nadie, a excepción de Kento.—Pues qué raro... Yo la he visto perfectamente. Tras las palabras de Kento, la tensión se hizo más que evidente entre ambos.
El chico no quería dejar pasar ese comportamiento tan raro de los hermanos.
Era una persona bastante perspicaz y, como si de un sabueso se tratase, olía las mentiras a kilómetros.
Pero, afortunadamente, Leyre llegó a la mesa con una sonrisa en los labios, que captó toda la atención del pudiente joven.—Perdón por la tardanza. Me he mareado un poco y hasta que se me ha pasado...— la excusa de la pelirroja corroboraba la de Light, no por nada eran hermanos.
Terminaron de comer y Kento decidió pagar la cuenta de todos, aún ante las negativas de Light.
Tras esto, volvieron hasta el gran edificio donde antes se habían encontrado, ya que Kento vivía por esa zona. Los dos hermanos se despidieron del chico y Watari, esperando volver a coincidir y verse en los próximos días.
Aunque, por supuesto, ya se encargaría Light de que eso no pasara.
No le había hecho ninguna gracia el interés que había mostrado el joven por su hermana.
Leyre y él fueron a buscar el coche del castaño, y volvieron a casa para descansar un poco de tan movida comida.
La tarde pasó, y aunque a Leyre le hubiese gustado hacer algo en ese último día no lectivo, al final acabó durmiendo junto a su hermano. Intentando recuperar las fuerzas que éste le había arrebatado horas atrás.Eran las seis y media de la tarde cuando Leyre por fin despertó y se incorporó en la cama que ahora compartía con Light.
Había sido una siesta muy larga.
Al mirar a su derecha, comprobó cómo su hermano dormía sin camisa, debido al calor sofocante del verano en la ciudad.
Su expresión era de profunda tranquilidad, dándole un aspecto inocente, casi aniñado.
Era en esos momentos cuando Leyre comprendía por qué estaba tan enamorada de él.
Si se buscaba la palabra perfección en el diccionario, debería salir una foto del joven en esas condiciones.
A la pelirroja se le dibujó una sonrisa melosa en el rostro, y no pudo evitar pasar suavemente sus dedos por la mejilla del castaño, bajando por el mentón y siguiendo por el cuello, para acariciar también el torso desnudo de Light.
El chico ni se inmutó, lo que le hizo aún más gracia a Leyre.Pero entonces, está cayó en la cuenta de que al día siguiente tenía que ir a clase y, por tanto, sería bueno que se arreglase esa misma tarde o por la mañana llegaría tarde.
Así que, con mucha pereza, se levanto y buscó algo de ropa para irse a duchar.
Entró en el baño sin cerrar la puerta tras de sí con pestillo.
Total, ambos estaban solos y además su hermano dormía plácidamente en la cama.
Nada podía indicar que se iba a despertar.
La joven se desnudó y entró en la ducha con calma, sintiendo cómo el agua caliente hacía florecer de nuevo todos los pensamientos relacionados con el de debate sobre la relación con su hermano.
Ella seguía cuestionando la moralidad de sus actos, pero de alguna extraña forma, cuando el castaño la tocaba, todas sus dudas desaparecían de un plumazo.
Jamás había sentido con nadie lo que sentía con él, y eso, en cierta forma, la reconfortaba y aliviaba su sentimiento de culpabilidad.
Comenzó a enjabonar la esponja, ensimismada en sus pensamientos; y eso, junto con el ruido del agua cayendo, hizo que no se percatase de que su hermanito acaba de abrir la puerta del baño y la observaba con una sonrisa en los labios, sin pudor alguno.
Éste no tardó mucho en quitarse la ropa que le quedaba, y sin que Leyre aún le viese, se acercó a la ducha.
La joven sintió cómo alguien la abrazaba por la espalda y besaba su cuello.
Al darse la vuelta, vio a su hermano con el pelo totalmente empapado y una sonrisa socarrona en el rostro.
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PROHIBIDO (Light Yagami x OC)
FanfictionLeyre nunca se hubiera imaginado los auténticos sentimientos de su perfecto hermano, Light. Acostumbrada a que todas sus amigas se enamorasen de él, estaba resignada a no conservar una amistad demasiado tiempo. Pero él tiene otros planes muy diferen...