𐙚 :: ❛❛ Un Omega de ojos
azulados, sentado en una fuente
para vivir ¿Podría enamorar a un gran
Alfa heredero? ❜❜
★ ; sunghoon top | jake bottom
★ ; muerte de personajes, mención de reinos inexistente, menci...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
POV'S NARRADORA.
El Reino Geumseong Hwaryeohan es considerado por muchos como uno de los lugares con menos habitantes de criaturas especiales o puras. Las habilidades de este tipo solo las posee la familia Real. Es inusual ver a un Enigma o un Gamma en este pueblo; podrás encontrarte con Omegas y Alfas, pero rara vez verás a estas criaturas poseen algún tipo de habilidades.
La familia real está conformada por varias criaturas, desde poderosos Alfas hasta delicados Omegas, todos dotados de inteligencia excepcional. El trono se hereda al hijo principal del Rey, quien debe ser un Alfa puro con habilidades únicas e incomparables. En el caso de una Omega, deberá ser desposada por un Alfa para acceder al trono y asumir el papel de reina.
A lo largo de los años, el Reino ha tenido Reyes perfectos, amables y llenos de bondad.
En su última generación, el rey Park Yoongi tuvo descendencia gracias a su hermoso Alfa, Jung Hoseok. A través del tiempo, su condición de Alfas les permitió dar a luz a criaturas especiales.
Park Sunghoon.
Park Sunghoon era un claro ejemplo; siendo un Alfa puro y especial, su poder era la clarividencia, permitiéndole percibir a las personas a través del oído, olfato y sensaciones, sin importar la distancia, y sus reflejos eran extraordinarios. Este Alfa estaba destinado a llevar la corona, y no había nada que cambiara su futuro.
La mañana había llegado al Reino, donde los pájaros entonaban pequeñas melodías y el fresco aire acariciaba las ventanas de una de las Torres.
En esa torre, se encontraba una habitación donde el príncipe dormía plácidamente. La puerta fue abierta por una de las mucamas, quien se acercó a la ventana para abrirla.
Rayos de luz se filtraban en la habitación, haciendo que el Alfa se removiera entre las sábanas.
─Buenos días, su Alteza ─la Beta hizo una reverencia al ver cómo el Alfa se sentaba en su cama-. Su padre lo espera en el comedor.
De repente, los sentidos de Sunghoon se activaron; los pasos en el Palacio, las risas de sus padres, cada sonido resonaba en su mente.
─Bien, diles que bajo enseguida ─habló sonriendo, dejando ver sus colmillos.
─Perfecto, príncipe ─la Beta estaba a punto de irse cuando recordó algo-. Oh, lo olvidaba, su padre quiere que hoy practique más sus sentidos.
Sunghoon hizo una mueca, asintió y dejó ir a la Beta. Frotó sus ojos y se levantó.
Tomó una ducha y se puso un traje normal; hoy no era un día especial.
Bajó las escaleras, captando cada sonido del lugar. Podía escuchar las discusiones entre el chef y la mucama, percibir los distintos olores y, más de una vez, utilizó sus rápidos reflejos para evitar que alguien dejara caer algo.
