━━𝗧𝗛𝗘 𝗞𝗜𝗡𝗚 ♡ 𝗦𝘂𝗻𝗴𝗷𝗮𝗸𝗲 ݈݇-

𖥻 𝐀 𝐬𝐰𝐨𝐫𝐝... 𝐀 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 ݈݇-

POV'S NARRADORA

Sunoo sujetaba una espada con temblorosas manos, sintiendo el peso de una decisión imposible. Su padre le había encomendado una tarea atroz: enterrar esa espada en el corazón de Ni-ki, el ser al que amaba. Pero Sunoo no podía hacerlo, el miedo lo paralizaba.

─¿Ves esto, cariño? ─dijo su padre con una sonrisa maliciosa─ Ni-ki es el enigma que buscan. Lo digo porque soy un líder para ellos, el único que los puede domar a pesar de no ser de su casta. Pero estorba en nuestros planes, así que necesito que esto lo entierres en tu corazón.

Sunoo titubeó, incapaz de aceptar la orden de su padre.

─Pero padre... Yo... ¿No hay otra forma? ─balbuceó, sintiendo el terror invadir su voz.

─No, cariño. Hazlo, o él nos matará a ambos aquí mismo ─ordenó su padre, sin mostrar ni un ápice de compasión.

Sunoo salió del palacio, abrumado por el peso de su misión. La espada relucía ante él, recordándole los terribles actos que su padre había cometido con ella en el pasado. Dos temores lo atenazaban: el miedo a matar a Ni-ki y el miedo a seguir los pasos de su progenitor.

Caminó hacia el bosque, llegando a la Laguna del Rey, donde se detuvo, perdido en sus pensamientos. La espada seguía en su mano, indeciso sobre qué hacer con ella.

Entonces, sintió una mano posarse en su hombro y se volvió para encontrarse con Ni-ki, el destinatario de su dilema moral.

─Sunshine, ¿cómo estás, bonito? ─preguntó Ni-ki mientras se sentaba a su lado.

─Bien... ─mentía Sunoo, ocultando la verdad detrás de sus palabras.

─Wow, ¿y eso? ─señaló la espada grande y afilada─. ¿Es tuya?

─Sí, mi padre me la dio esta mañana, para... para matarte ─dijo Sunoo con la voz entrecortada por la presión.

Ni-ki levantó las cejas, no le sorprendió en absoluto. Ahora que la mayoría sabía de la existencia del enigma, todos estarían dispuestos a acabar con él y usarlo como sacrificio ritual.

Sunoo no pudo contenerse y rompió a llorar. Se acercó a Ni-ki y lo abrazó, escondiendo su rostro en el cuello del otro mientras lo olfateaba.

No quería, no podía hacerlo. No podía clavar esa espada en el corazón de Ni-ki. Jamás podría lastimar a la persona que amaba. ¿No se suponía que no lastimas a quien amas?

─Ey, pequeño, tranquilo ─sostuvo Ni-ki, acariciando su espalda─. Entiendo cómo te sientes, pero está bien. Acepto que hagas lo que tu padre dijo.

─No quiero hacerlo, Ni-ki. ¿Cómo podría matar a la persona que amo? ¡No soy como él! ─sollozó Sunoo.

─¿Me amas? ─preguntó Ni-ki.

─Sí, pero es imposible ─dijo Sunoo entre lágrimas.

Ni-ki lo abrazó con más fuerza. Estaba bien. Aceptaba que en cualquier momento podría morir. No era inmortal, pero sabía que aún no era su momento. De todos modos, ya estaba preparado.

Ambos se acostaron en el pasto y se quedaron dormidos. Ese momento quedará grabado en sus recuerdos para siempre, porque fue el último día que Sunoo y Ni-ki pudieron ser completamente sinceros el uno con el otro.