━━𝗧𝗛𝗘 𝗞𝗜𝗡𝗚 ♡ 𝗦𝘂𝗻𝗴𝗷𝗮𝗸𝗲 ݈݇-

𖥻 𝐋𝐞𝐭 𝐦𝐞 𝐤𝐧𝐨𝐰 𝐲𝐨𝐮 ݈݇-

Jake se encontraba absorto en su trabajo, seleccionando con cuidado cada flor y colocándola con destreza en los ramos que iba formando. A su lado, Jisung estaba inmerso en su tarea de vender las flores, su entusiasmo irradiaba mientras interactuaba con los clientes, ofreciendo sus creaciones con una sonrisa contagiosa.

El bullicio repentino sacudió el tranquilo ambiente del pueblo, haciendo que todos se agitaran y se abriera paso en medio del tumulto. Confundido, Jake alzó la vista y divisó la carroza del príncipe avanzando por las calles. Con curiosidad, siguió su trayectoria hasta que se detuvo cerca de la fuente.

Desde la carroza descendió el príncipe, emanando una presencia que capturó la atención de todos los presentes, incluido Jake. Una vez más, su Omega se agitaba con emoción, aunque esta vez Jake no pudo ignorarlo.

─Jake... ─Habló Sunghoon.

─¿Sí? ¿Lo ayudó en algo, su Majestad? ─respondió Jake al ver la mirada del Alfa.

Sunghoon no sabía ni siquiera qué hacer consigo mismo, simplemente salió corriendo del Palacio, dejando a su padre y hermanos en total confusión.

─Necesito... Conocerte ─dijo Sunghoon, sin rodeos, mientras miraba a Jake.

Jake se sintió confundido por la expresión del Alfa. ¿Qué estaba pasando? ¿Estaba escuchando correctamente?

"Humano tonto, ¿cómo te atreves a decirle eso a nuestro Omega?" pensó su lobo interior.

Sunghoon suspiró, se acercó más a Jake y tomó sus manos. Aunque Jake frunció el ceño, no hizo ningún esfuerzo por retirarlas.

─Yo... Sé que, al igual que yo, sientes que estamos destinados ─declaró Sunghoon, mirando fijamente a Jake─. Quiero tener la oportunidad de conocerte mejor.

─Lo siento, su Alteza ─respondió Jake, alejándose-. Está confundido, no sabe lo que dice.

─Claro que sí. Desde el primer momento que te vi, supe que eras el que la Madre Luna creó para mí ─insistió Sunghoon, intentando acercarse nuevamente, pero Jake se mantuvo a distancia.

─No, lo siento mucho. Usted no es mi destinado, ni yo el suyo ─dijo Jake, interrumpiendo─. No puede venir de la nada y decirme que somos destinados solo porque nos vimos una vez.

Sunghoon suspiró, sin rendirse. Estaba decidido a conquistar a ese encantador Omega.

─Te conquistaré, te lo prometo, Jake ─dijo con determinación antes de subirse a su carroza y partir del lugar.

Jake estaba aturdido, sin entender lo que acababa de pasar. ¿El príncipe estaba bien de la cabeza? Un grito lo hizo voltear. Vio a Jisung con las manos en la boca y las canastas de flores en el suelo.

─¡Jake! ¡Tu destinado es el príncipe! ─exclamó Jisung, emocionado. Siempre fue aficionado a lo dramático y romántico.

─No, no sé de qué estás hablando ─respondió Jake, confundido.

Jisung corrió hacia Jake, emocionado, y agarró sus hombros con fuerza.

─¡Es increíble, Jake! ¡El príncipe Sunghoon es tu destinado! ¡La Madre Luna los ha unido!

Jake se apartó suavemente de Jisung, sacudiendo la cabeza con incredulidad.

─No, eso no puede ser cierto. Debe haber algún error ─dijo Jake, tratando de asimilar la idea.

Pero Jisung estaba convencido, con los ojos brillantes de emoción.

─Lo sé, lo sé. ¡Es tan romántico! ¡El príncipe y un plebeyo destinados el uno al otro! ¡Es como un cuento de hadas!

Jake suspiró, sintiendo un nudo en el estómago. La idea de estar destinado al príncipe era abrumadora y aterradora al mismo tiempo.

─No lo sé, Jisung. Todo esto es demasiado para mí ─murmuró Jake, sintiéndose abrumado por la situación.

Jisung lo miró con comprensión y puso una mano reconfortante en su hombro.

─Lo entenderás todo con el tiempo, Jake. La Madre Luna tiene un plan para todos nosotros ─dijo con una sonrisa tranquilizadora.

Jake se quedó un momento en silencio, contemplando lo que acababa de ocurrir. El encuentro con el príncipe Sunghoon había sacudido su mundo de una manera que nunca había imaginado. ¿Cómo podía aceptar que el futuro rey de su país fuera su destinado?

─Gracias, Jisung, pero necesito un momento para procesar todo esto ─dijo Jake finalmente, mirando al suelo con gesto pensativo.

Jisung asintió comprensivamente y le dio una palmada en el hombro.

─Por supuesto, Jake. Tómate tu tiempo. Estaré aquí si necesitas hablar o simplemente desahogarte.

Con un gesto de agradecimiento, Jake se despidió de Jisung y regresó a su tarea de recoger las flores esparcidas por el suelo. Mientras trabajaba, su mente seguía dando vueltas, tratando de asimilar la idea de su conexión con el príncipe.

Por otro lado, en el Palacio, Sunghoon reflexionaba sobre su encuentro con Jake. A pesar de haber sido rechazado, estaba decidido a conquistar el corazón del Omega. Sabía que no sería fácil, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para ganarse su amor.

Los días pasaron y la tensión entre Jake y Sunghoon parecía palpable, incluso sin estar en la misma habitación. Ambos trataban de seguir con sus vidas, pero no podían evitar pensar el uno en el otro.

Mientras tanto, en el Palacio, la situación política se volvía cada vez más complicada. Las negociaciones con el reino vecino se estancaban y las tensiones aumentaban. Sunghoon, como futuro rey, se veía obligado a tomar decisiones difíciles y mantener la estabilidad del reino.

Por otro lado, Jake continuaba con su rutina en el pueblo, tratando de mantenerse alejado de los problemas del Palacio. Sin embargo, su mente seguía ocupada por el encuentro con Sunghoon y las implicaciones de su posible destino juntos.