━━𝗧𝗛𝗘 𝗞𝗜𝗡𝗚 ♡ 𝗦𝘂𝗻𝗴𝗷𝗮𝗸𝗲 ݈݇-

𖥻 𝐀 𝐭𝐨𝐰𝐧 ݈݇-

POV'S NARRADORA

La noticia del ataque a Geumseong Hwaryeohan por criaturas extintas se propagó rápidamente por todos los reinos. Cada uno de ellos envió a sus mejores soldados para ayudar y superar la crisis. Esto incluía al Reino del príncipe Jongseong.

La reina miraba a su hijo con un brillo en los ojos mientras acariciaba su mejilla con ternura, observando cómo se acurrucaba en ella.

─ Jong, mi querido hijo, cuídate mucho. Por favor, regresa con vida ─le dijo, depositando un beso en su frente.

─ Lo prometo, madre ─respondió él.

Sin más, se dio la vuelta, montó su gran caballo blanco y se unió a los demás guerreros. Jongseong estaba decidido; protegería el Reino de Geumseong Hwaryeohan y también a su amor.

En el Reino de Aurelia, la noticia del ataque a Geumseong Hwaryeohan no sorprendió a Namjoon. Sabía que esto arruinaría sus verdaderos planes contra el Reino de los Park.

─ Padre, ¿haremos algo al respecto? ─preguntó Sunoo con un tono de preocupación en su voz.

─ No, los planes se han cancelado. Ya buscaremos otros reinos ─respondió el rey con frialdad─. Geumseong Hwaryeohan está acabado.

Sunoo guardó silencio. Aunque no lo expresaría en voz alta, no le importaban los planes de su padre. Solo le importaba Ni-ki, todo lo que estaba haciendo y el daño que estaba causando. Sabía que su padre no lo dejaría ir.

Quería ir, protegerlo, cuidarlo y huir junto a él de esa cruda realidad. Salió de la Sala del Trono y se dirigió en busca de algunos soldados de confianza. Con ellos, se encaminó hacia Geumseong Hwaryeohan para ayudar a su amado, aunque eso implicara desobedecer a su padre.

En el Reino de los Park, la guerra no daba tregua. Todo estaba en ruinas, y algunos ciudadanos se escondían mientras los lobos del enigma, Ni-ki, merodeaban por el Palacio junto a su líder. Ni-ki observaba la escena con una sonrisa siniestra en el rostro.

─ Entonces, Yoongi, ¿qué dices? ─preguntó Ni-ki, dirigiéndose al rey.

─ Mátalos ─respondió Yoongi sin titubear, con voz fría y determinada.

Sunghoon miró a su padre con incredulidad. ¿Matarlos? ¿A su propio hijo y al resto de su familia? No podía creerlo. ¿Cómo podía considerar hacer algo así? Eran su propia sangre.

Antes de que pudiera articular palabra, Sunghoon vio cómo Ni-ki se transformaba en una criatura gigante y aterradora, con piel negra y ojos azules intensos. En ese momento, Sunghoon supo que debía actuar. Sin pensarlo dos veces, salió corriendo de la habitación, decidido a encontrar una manera de detener esta locura y proteger a su familia.

El alfa corría junto a Jake y Jisung, tratando desesperadamente de proteger a ambos. Llegaron a un rincón del Palacio y se detuvieron para recuperar el aliento. Sunghoon vio con preocupación cómo Jisung perdía mucha sangre.

─ Jisung... ¿Estás bien? ─preguntó Jake con angustia.

Los sentidos de Sunghoon se agudizaron, captando los pasos del lobo enemigo acercándose. Sin dudarlo, tomó de nuevo a los dos omegas y salieron corriendo del lugar.

Jisung ya no podía más, sentía que su vida se desvanecía. Con un esfuerzo final, se soltó del agarre de Sunghoon y cayó al suelo.

─ ¡Jisung! ─exclamó Jake, intentando acercarse a su amigo.

Pero entonces, un aullido resonó en la distancia, indicando la llegada de uno de los lobos de Ni-ki.

─ Jakey, ve y sé feliz. Prometo cuidarte ─dijo Jisung con voz débil, sin fuerzas para levantarse.

Jake se disponía a acercarse a su amigo, pero vio a dos lobos acercándose, no eran de Ni-ki, eran de los que habían atacado la aldea. Sunghoon no tuvo más opción que tomar a Jake y salir corriendo del lugar, dejando atrás a Jisung en manos de los lobos enemigos.

El corazón de Jake se apretó al ver a Jisung en peligro, pero Sunghoon lo arrastró consigo mientras huían de los lobos enemigos. Corrieron por pasillos oscuros y pasadizos retorcidos, buscando desesperadamente una salida. El sonido de las garras golpeando el suelo detrás de ellos los llenaba de terror.

Sunghoon no dejaba de maldecirse internamente por no haber podido proteger a Jisung. Sentía el peso de la responsabilidad sobre sus hombros, sabiendo que había fallado en su deber como alfa y como amigo.

Jake, por su parte, luchaba contra la angustia y la culpa. Se aferraba a la mano de Sunghoon, tratando de encontrar consuelo en su presencia, aunque ambos sabían que el peligro los acechaba en cada esquina.