PRÓLOGO

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Corría sobre la angosta calle mientras la intensa lluvia caía sobre mí, mojando cada centímetro de mi piel, había pasado horas maquillandome y peinandome para nada, pero esta era mi única oportunidad y no la podía desaprovechar

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Corría sobre la angosta calle mientras la intensa lluvia caía sobre mí, mojando cada centímetro de mi piel, había pasado horas maquillandome y peinandome para nada, pero esta era mi única oportunidad y no la podía desaprovechar.

Desde hace un año había hecho mi solicitud para ser modelo de una de las agencias mas importantes de Corea y por fin el día de hoy había recibido una llamada para asistir a una audicion, tenía la experiencia y el cuerpo para estar segura de que me contratarían, pero tal vez un poco de mala reputación por ser algo a lo que yo llamaría divertida, pero para los demas tal vez lo llamarían mujerzuela, zorra o tal vez lo que mas he escuchado a mis espaldas que soy una puta.

Mi propia amiga lo dice e incluyendo a mis vecinas que vigilan todo lo que hago y que estudian a detalle a cada hombre que meto a mi casa, pero para ser sincera no me interesa, la que al final disfruta y se llena de orgasmos soy yo.

Me encanta ser libre, beber, bailar y disfrutar de todo lo que se presente, ir en contra de las reglas.

Pero ahora tengo una meta fija, salvar la vida de mi hermana, y para eso necesito mucho dinero, es por eso que el enamorarme no esta y ni estará en mis planes, mi prioridad es ella y porque no.... también darme la vida que merezco, a veces la vida no es justa y me preguntaba porque a una mujer tan hermosa como yo le tocó una vida llena de carencias y tener que ver a mi hermana luchar cada maldito segundo por su vida creo que eso es lo que me ha hecho ser mas dura.

[...]

- Por fin llegas, eres la última chica que falta, por poco la señora Yun se iba - Dijo el asistente con voz afeminada mientras caminábamos deprisa por un largo pasillo.

Abrió una de las tantas puertas que cruzamos.

- Chicas, arreglenla un poco, es un desastre - Habia dos chicas que al parecer eran las maquillistas y sólo me miraron de arriba a abajo, claramente la lluvia me había arruinado por completo.

Tomé asiento y comenzaron a hacer su trabajo en pocos minutos lo que a mí me tomó horas hacerlo.

-Listo - Dijo una de ellas

- Me gusta - Dije mirándome en el espejo

- Eres muy guapa, estoy segura que te quedarás - Dijo una de ellas admirandome

- Lo sé, es por eso que estoy aquí- Tontas

Acomodé mi vestido aun húmedo, pero eso hacia que se ajustara a mi cuerpo.

Salí al pasillo para esperar que el asistente regresara de nuevo, pero mientras tanto, observaba lo elegante y bien hecho que estaba el edificio, nada se comparaba a las agencias patito en las que trabajaba.

- Ya llegó el joven Kim, apúrate para verlo esta en la recepción - Escuché decir a las maquillistas emocionadas que pasaron a mi lado.

- Veo que estas lista, ven conmigo - El asistente habló dentras de mí y giré para seguirlo de nuevo, pero está vez subimos varios pisos por el elevador y al salir caminamos de nuevo por otro pasillo donde solo había una gran puerta.

Al abrirla, pude ver un enorme salon, era el lugar dónde se hacían los desfiles mas importantes de las mejores marcas de ropa.

- Aquí quedate, en cuanto te llame sales por aquí y haces tu caminata - Me dejó detras del escenario y esperé segura de mí misma.

Sólo podía escuchar unas cuántas voces y la música comenzó.

- ¡Es hora Vanessa! - Subí y salí, caminé con un pie detras del otro moviendo ligeramente mis caderas y dando mi mejor sonrisa.

No sólo estaba la señora Yun, había mas personas con ella como jurado, observaban en silencio y hacían anotaciones.

Había un chico en especial, uno más joven que ellos, estaba de pie también mirándome y sonriendo, era demasiado apuesto y estaba parado detras de la señora Yun, tal vez sea uno de sus hombres de seguridad.

La música se detuvo y todos estaban murmurando entre ellos, yo sólo me quedé parada esperando su decisión.

Mis manos sudaban, necesitaba este trabajo o no tendría más dinero para los tratamientos de mi hermana que cada vez eran más costosos.

Vi a aquel tipo acercándose a la pista y subió a ella acercándose a mí mientras tenía las manos dentro del bolsillo de su pantalón.

- Hola, solo quiero decirte que realmente tienes un gran potencial para esto y puedo decir que eras la mujer mas hermosa que tendría la agencia - Lo miré seria, era guapo, pero él no era nadie para opinar sobre mi trabajo.

- Gracias por el cumplido, pero la opinión de un asalariado como tú realmente no me interesa - Dije y el negó mientras reía

La señora Yun se acercó hacia nosotros y él solo me miraba burlón, que fastidio.

- Hola Vanessa, admiro tu perseverancia por insistir en entrar a mí agencia y nada mas me daría gusto que pertenecieras a
ella - Sonreí al escuchar la noticia y un escalofrío recorría mi cuerpo.

- Por dios, en verdad muchas gracias, voy a trabajar para ser la mejor, se lo
prometo - Dije tomándole su mano, creo que estoy siendo demasiado amable, pero tengo que ganarmela para crecer dentro de esta agencia.

- Por cierto, él es mi hijo....Kim Rowoon, lo veras muy seguido aquí - Me quedé boquiabierta, corrigiendo mis estúpidas palabras, él sería el hombre perfecto, él hombre que merezco.

Se sabía que la señora Yun tenía un hijo,el cual obviamente heredera absolutamente todo, pero realmente no tenía el gusto de conocerlo a él y a su tan atractiva fortuna.

Lo miré y le dí una sonrisa mientras metía mi cabello detras de mis orejas, la señora Yun salió junto con los demas y él se quedó conmigo.

- Como disculpa, tal vez me aceptes un café - Dije poniendo mis manos en mí cintura y guiñando un ojo.

- ¿Se lo estas proponiendo a un asalariado como yo?- Rió - Tal vez en otra ocasión, tengo que llevar a mi madre al hospital con mi padre - Se dió la vuelta y salió del salón dejando un delicioso aroma a hombre.

- Bueno, esperaré con ansias ése día - Pensé,yo jamás me rendía y menos cuando algo realmente me interesaba.

Lo quiero a él y porque no, también su dinero.

Lo quiero a él y porque no, también su dinero

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DOBLE OBSESIÓN  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora