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No tardamos en llegar al hospital, Seoyeon estaba realmente preocupada, no supe en qué momento cruzando las puertas la alejaron de mi. Los doctores actuaron rápido, y lograron retirar la navaja, ahora debían detener la hemorragia. 

Fueron momentos angustiantes que parecían interminables, tenía un miedo profundo de que mi mano quedara lesionada para siempre y ya no pudiera tocar más el bajo. El solo pensarlo me atormentaba.

Pasó una hora o dos o tres, no lo sé exactamente, ahora tenía la mano vendada, me habían hecho radiografías y unas cuantas preguntas.

—Perdone... —Llamé la atención de una de las enfermeras. —La chica con la que llegué, ¿Dónde está?, ¿Puedo verla?

—Ella se fue. —Me dijo apenas.

—Gracias. —Me acomodé de nuevo en la camilla.

—Solo necesitamos unos datos más para poder dejarla ir a usted...

—¡KIM YOOYEON! —No podía ser, esa era la voz de mi madre, había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que la había escuchado que sentí su eco como un deja vu.

Inmediatamente me bajé de la camilla y tomé mi maleta que reposaba a un lado.

—No voy a poder quedarme, debo irme. —Dije a la enfermera antes de que mis padres llegaran a mi.

—Pero señorita... —Ella no pudo mencionar otra palabra cuando mis padres ya la habían interrumpido.

—Hija mía, te hemos estado buscando todo este tiempo, ¿Has comido bien?, ¿Dónde te has estado quedando?

—No les importa saber más de mi.

—Yooyeon, somos tus padres. —Intervino mi padre. —Por supuesto que nos interesa saber de ti.

—Ya no, si hubieran sido mis padres, hubieran hecho al menos el intento de entenderme...

—Yooyeon, ¿Por qué actuas así?, ya no eres una adolescente...

—¿A qué vinieron? —Pregunté controlando mi voz para no derrumbarme ahí. —A pedirme que regrese con ustedes. No lo haré. Ya hice mi vida afuera, tienen que aceptar que un día tarde o temprano tenía que separarme de ustedes para buscar mi camino, y sí, no ha sido fácil. —Negué con mi cabeza levantando mi mano vendada. —Pero he trabajado duro para lograrlo y nunca antes me había sentido tan feliz, tan libre y tan realizada... —Mi madre sollozaba en los brazos de mi padre, mi tono se suavizó. —Gracias por haberme cuidado tantos años, pero debo seguir mi propio camino, adiós...

Salí de la sala, crucé la puerta con todo el mundo llamandome a mis espaldas. Al cruzar la puerta comencé a correr hacia la salida, sentía que todo iba en cámara lenta y que era perseguida, que pronto me atraparían y por eso corrí con más fuerza sin importarme el doctor al que choqué, corrí hacia la luz y al cruzar la puerta tomé una gran bocanada de aire.

No me esperé que al segunto tendría a Seoyeon frente a mi, llegaba junto a las demás miembros de la banda. Seoyeon corrió hacia a mi y me abrazó, fuerte, como si alguien quisiera llevarme lejos, se encondió en mi cuello y sentí como comenzaba a llorar. La rodeé con mi brazo no herido y tuve que morder mi labio inferior para evitar derrumbarme con ella. Debía mantenerme fuerte por ella.

Mis padres y la enfermera salieron, encontrando aquella escena.

Mis padres habían pagado los costos del hospital, les di las gracias y me fui. Ellos no me detuvieron. Cuando subí a la camioneta tenía la mirada perdida pensando en que a lo mejor había sido cruel con ellos, pero ya había hecho mi desicion y no pensaba en volver.

Pain In Valentine (tripleS) YooSeo, Soxinz, NakybinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora