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El camino de regreso a casa fue un sin fin de emociones, por un lado estaba extasiada después de haber pasado toda la mañana junto a Seoyeon y saber que de algún modo le había ayudado a despejarse de esa tormenta que se empezaba a cernir sobre ella, pero por otro, me lamentaba el pensar en que la perdería cuando se fuera a Daejong, ya solo podríamos comunicarnos por cartas y sabía como terminaría aquella situación, al comienzo las cartas serían seguidas hasta que un día empezarán a demorarse y eventualmente el correo terminaría vacio cada fin de mes que quiera revisarlo.

Ninguna de las dos volverá a escribir.

Cuando llegué a la puerta principal busqué las llaves y abrí la cerradura.

Aunque no fue una salida perfecta y más bien salió improvisada, aquella mañana quedará grabada en mi como uno de mis momentos favoritos junto a ella. Subí las escaleras extrañanada por el silencio que había en la casa hasta llegar a la puerta de mi habitación donde me congelé. 

Recordé cuando Seoyeon me preguntó "¿Qué se siente besar?"... ¿Había sido eso una indirecta?

¡¿Había sido una indirecta?!, ¿Cómo es que hasta ahora me doy cuenta?

Golpeé mi cabeza contra la puerta un par de veces y me detuve. Y si solo es una idea mía y me estoy ilusionando, ah, como odio el amor, es tan confuso.

Cuando me decidí a abrir la puerta lo vi. Una cosa era que se metieran con mis posters pero otra distinta era mi bajo, estaba destrozados y las partes reposaban sobre mi cama como una advertencia. Eso era todo, no lo soportaría. Tenía tanta rabia dentro de mi, grité y salí asotando la puerta buscando a mis padres, ninguno estaba, ni en sus habitaciones ni en la sala, llegué al garaje y el carro ya no estaba ahí. Habían salido los cobardes huyendo de mi, evitando que los enfrentara. 

Yo también huiría de ellos.

Empaqué mi ropa y mis pertenencias de valor, tuve que ser muy selectiva, busqué dinero por todas partes y encontré una buena cantidad que a lo mejor me serviría mientras encontraba más estos días.

Tomé mi mochila para colgarla en mi hombro, iba a salir de mi habitación cerrando la puerta para jamás volver donde me dí un segundo para mirar a mis espaldas por ultima vez a mi viejo bajo que ya no serviría más, y agradeciendole por su buen servicio me fui, esa tarde cumplí uno de los escenarios en los que estuve fantaseando toda mi vida, irme de casa.

No tenía un lugar al que llegar. Pasé por un hotel pero la habitación era tan cara que no alcanzaría a sobrevivir con lo que tenía y probablemente terminaría en la calle. Llegué rendida a la casa donde Sohyun y Xinyu se estaban quedando, di unos golpes y después Sohyun llegó a atender la puerta, tenía la camisa mal abrochada y el labial corrido pero en cuanto me vio, su expresión de enojo cambió por uno de preocupación.

—Me fui de casa.

Xinyu había prearado una chocolatada, yo estaba sentada en el sofá junto a Sohyun cuando Xinyu me extendió una taza con el líquido chocolatoso y yo la recibí con gusto.

—No quería molestarlas a ustedes, sé que apenas están empezando a independizarse, pero no sabía a donde ir. —Terminé confesando después de haberle contado toda la historia con mis padres.

—No eres molestia, siempre serás bienvenida aquí. Aunque mi casa no es lujosa. —Dijo Xinyu.

—No me importaría si me dejaras dormir en tu sofa mientras busco un trabajo. —Realmente estaba apenada con pedirle aquello pero Sohyun me dio unas palmadas en la espalda.

—Mi casa es tu casa.

—Si estás buscando un trabajo... —Esta vez comentó Xinyu. —Conozco un lugar en el que podrías entrar, es duro pero no van a poner problema porque no tengas experiencia laboral.

Pain In Valentine (tripleS) YooSeo, Soxinz, NakybinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora