Pain In Valentine (tripleS) YooSeo, Soxinz, Nakybin

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Capítulo especial por las 100 estrellas...

—¿Pasó algo? —Preguntó Sohyun al vernos desanimadas.

—Esas víboras venenosas asquerosas...

—No pasó nada... —Interrumpí a Xinyu, le di una expresión pidiendo silencio, por suerte ella entendió y no dijo más.

No quería arruinar los ánimos de la noche con ese tema tan agrio.

—¿Todo bien? —Volvio a preguntar Sohyun asegurándose y las tres asentimos. —Perfecto porque nos acaban de invitar a la fiesta exclusia para las bandas. —Anunció emocionada levantando los brazos. Xinyu empezó a sonreir emocionada saltando.

—¿Una fiesta exclusiva? —Preguntó Yubin, también emocionada.

—¿Quieren ir? —Todas parecían estar de acuerdo con ir la fiesta, y me lamentaba porque yo no me sentía en la misma tonalidad de energía, pero el verlas felices a ellas logró convencerme en que podría ser divertido.

Al llegar al lugar de la fiesta nos llevamos la no muy grata sorpresa de que era en un cementerio, había gente tomando alcohol, fumando y bailando con música Punk resonando en la bocinas de los autos estacionados al rededor, había poca iluminación y lo mucho que podíamos ver era gracias a la luz de la Luna y algunas farolas.

—Me alegra verlas por acá, —Un chico pasó llevando una canasta de cervezas. —Son las Paint In Valentine ¿Cierto?

—Somos nosotras. —El chico dejó la canasta en el suelo para recibir el apretón de manos de Sohyun y las demás.

—Qué bueno que vinieron, ¿Quieren una cerveza? —El comenzó a repartirlas sin esperar nuestra respuesta. Yo me iba a negar pero él insistió, por lo que terminé aceptando cuando la destapó frente a mi.

—¿Todo bien?, Nos alegra verlas por aquí, tocan increíble.

—Gracias. —Pronunció Yubin.

—Pero si tú no estás en la banda. —Le dijo Naky y Yubin comenzó a reír.

—Pero soy amiga de ellas, como Xinyu con su camioneta, yo aporto también. —Se defedendió.

—¿Y qué se supone que aportas? —Le preguntó Naky.

—El visual. —Yubin volvió a reír.

—Ya me convenciste. —La mira de Naky se volvió más suave. Seoyeon y yo nos miramos al escuchar a Naky, no pudimos evitar reírnos al ver interactuar a ese par.

—Son buenas en lo que hacen, pero pueden hacerlo mejor, cuando quieran busqueme y yo les enseñaré unas buenas técnicas para ayudarles a mejorar. —Comentó el otro chico con el que iba el que nos dio las cervezas.

—Disculpen a mi amigo, debemos irnos, fue un placer conocerlas. —Y así como llegó, se fue.

—No se vayan a ir muy lejos. —Nos decía Sohyun mientras Xinyu se acercaba a ella para tomarla de los brazos y pegarse a su cintura mientras bailaba lento nada acordé a la canción agresiva que sonaba por los parlantes. —Nos iremos temprano, para descansar. Diviertanse.

A veces me resultaba cómico ver a Sohyun tratándolos como la mamá sus pollitos, y más porque yo soy mayor que ella.

Bailamos un rato, saltando y cantando las letras cuando las sabíamos, nos dieron otra ronda de cervezas pero esa ultima pareció afectarme y no de una buena manera. Me cansé de bailar y me detuve a ver el lugar, todos los presentes estaban en su mundo disfrutando del momento, tomando cerveza o metiéndose no sé qué sustancia extraña en el cuerpo. Conocía mis límites así que mantuve distancia de eso.

Miré mi cerveza sujetada en mi mano, no había probado ni la mitad. Algo extraño se apoderó de mi porque de repente me sentí fuera de lugar. Miré a Seoyeon cerca de mi, ella parecía estar en la misma sintonía que yo.

Nos miramos. No perteneciamos, éramos dos alienígenas en ese planeta de muerte, sudor y alcohol.

Nos alejamos un poco del ruido de los parlantes de algún carro. Llegamos a un sarcófago donde vertí el contenido de la cerveza a un lado, me estaba mareando y ya no quería más.

—Espero que el muerto haya sido un borracho en vida para que no me persiga esta noche. —Bromeé.

Seoyeon pasó a mi lado y se sentó en el sarcófago sin pudor alguno, no sonreía, ni siquiera con mi chiste, temí que algo le sucediera.

Dejó la cerveza a un lado y tomó mi mano enyesada con delicadeza. Dio unas caricias con su pulgar y subió la mirada para encontrase con la mía.

—Perdon. —Susurró, pero yo no pude entender perfectamente a qué se refería.

—¿Perdón por qué?

—Es mi culpa. —Dijo y yo negué de inmediato al saber que se refería al accidente.

—Tu no fuiste quién me atravesó la mano con una navaja.

—Pero tú lo hiciste para protegeme. La navaja debió atravesarme a mi no a ti.

La miré seriámente al escucharla. Me acerqué a ella sin esquivar sus ojos.

—No digas eso, recibiría ese golpe y más, si así me asegurará de que nadie te hiciera daño, Yoon Seoyeon.

Sus ojos brillaron de nuevo, bajo la luz de la luna. Sentí su mano derecha alzarse hasta tomar uno de los mechones de mi cabello que colgaba por mi cara y dejarlos tras mi oreja, sus dedos eran suaves, sus caricias se sentían como brisa de verano a las afueras de una casa de campo.

Al estar tan cerca de ella no pude detenerme, solo pensé que no tendría otra oportunidad como esta en el futuro. Para mi solo existía el presente.

Acorté la distancia entre nosotras dos y la besé, nuestros labios se detuvieron en el tiempo conociéndose, analizando a los intrusos hasta sentirse cómodos y fundirse unos con los otros en una danza lenta y llena de una emoción que hacía que mi pecho estuviera a punto de estallar, fue un beso sin prisas, pausado.

Tuve que separarme un segundo para tomar aire y volver a besarla. Yo me sujeté de su cuello temiendo que mis piernas flaqueran y me fallaran en cualquier momento, ella se sujetó de mi cintura aprentando su agarre y acercándome a ella para profundizar el beso. Quería detener el tiempo ahí.

Seoyeon se separó con la respiración agitada, y pegó su frente a la mía, y yo aproveché para acariciar su mejilla con mi pulgar.

Ella cerró los ojos para recibir el tacto y disfrutarlo. No dijimos nada, no era necesario hacerlo.