El sábado por la mañana Kioko fue junto a su hermano a una farmacia donde revelaban fotos al instante.
-Esa cámara es súper antigua- dijo Haruto.
-Oye, que tiene mi edad- Kioko la miró con nostalgia. -Mamá y papá la compraron cuando nací-
Entraron a la farmacia donde una señora con algo de sobrepeso los atendió
-¿El de la foto es tu novio? Si no lo es, dime su número, para mí hija-
-Si, es mi novio- Kioko sonrió molesta. -¿Le importaría imprimirme las otras dos que hay en el carrete?-
-¿Tú novio?- susurró burlón Haruto. Kioko solo le chistó para que callara.
La señora volvió de nuevo con otras dos fotos más. Las dos de Josuke y otras con su madre y su padre.
La más antigua mostraba a Kioko de bebé con sus padres. Y la otra, cuando su hermano acababa de llegar a la familia. No tendría más de 4 meses.
Haruto, en la foto, estaba en los brazos de su padre, mientras que su madre agarraba los hombros de la pequeña Kioko, orgullosa de su niña.
Kioko y su madre compartían color de ojos, un azul cían, tan bello como el mar, mientras que su hermano tenía heterocromía, con el ojo izquierdo del color de los de su madre, y el derecho, de una oscuridad profunda como los de su padre.
Aunque ambos sacaron el pelo de su madre, un color cobrizo hermoso, que resplandecía ante la luz solar.-Chica, son 1000¥ (MXN= 155. €= 6)
Pagaron y salieron.
-¿Quieres verlas?- Haruto asintió, pero sin querer, Kioko la soltó antes de que su hermano la agarrara.
-Perdón- Se disculpó el menor mientras los hermanos miraban como la foto se iba volando.
-No pasa nada, queda en la que estamos los cuatro-
Los hermanos se fueron a casa mientras la foto viajaba hasta la ventana abierta de un chico muy ocupado en su cabello.
La recogió del suelo y la miró atentamente.
-Ese es el señor... ¿Matsumoto?- Josuke guardó la foto en un bolsillo de su chaqueta mientras recogía el cuarto de baño.
Antes de salir se miró por última vez en el espejo.
{°°•}
-Jotaro-san, ¿Me puedes decir si Angelo mató a una mujer llamada Matsumoto?-
El adulto levantó la vista de unos papeles y abrió otra carpeta distinta.
-Si, Mirusho Matsumoto, en 1989 ¿Por qué?-
-Es la madre de Kioko-san-
-¿Ella sabe que fue Angelo?-
-No, piensa que fue un derrame cerebral, como mi abuelo-
-Angelo ha tomado muchas vidas, pero ya tomaste tu venganza-
Josuke asintió serio.
-No se lo cuentes, no le recuerdes ese dolor por la pérdida de su madre-
-Si, será lo mejor, no quiero que esté mal-
-¿Te gusta?-
-¿Por qué todo el mundo pregunta lo mismo? ¿Acaso no es obvio?-
Jotaro sonrió tomando un sorbito de la taza de te negro que tenía sobre la mesita auxiliar.
‡‡
Josuke salió del hotel mientras miraba la foto.