6• ¿Estás bien?

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Gracias a los ánimos que Josuke, Okuyasu y Koichi le dieron a Kioko, ella pudo volver a clases al día siguiente.

-Hola chicos- saludó Kioko nerviosa.

-¿Qué tal? ¿Has podido dormir?- Preguntó Koichi.

-Más o menos, unas horitas si he podido, chicos, ir yendo a la preparatoria, no hace falta que me acompañeis al instituto de mi hermano-

-¿Segura?- Preguntó Josuke.

-Si, no os preocupéis- Kioko sonrió y tomó la mano de su hermano, andando hacia la institución de éste.

-Adiós Kioko- su hermano la abrazó fuerte. Kioko acarició su cabello.

-Adiós-

Kioko se giró sobre sus talones y fue a su clase.
Durante el camino, todos se giraban a mirarla y susurraban sobre ella.

-Hola chicas- Saludó a sus amigas, quienes no solo no se giraron a verla, se fueron sin siquiera hablarla o mirarla.

Kioko apretó las manos agarrando más fuerte su maletín y se fue a su clase.

Mala suerte para ella, le tocó matemáticas, la asignatura en la que ocurrió todo.

La gente susurraba y chismeaba sobre lo que ocurrió ayer. Pero la profesora pidió silencio y dió la clase normal.

En el cambio de clases, se encontró a Josuke en el pasillo hablando con Koichi.

-Oh, hola Matsumoto-san- saludó Koichi.

-Esto es horrible, no debería haber venido-

-¿Qué ha pasado?- Preguntó Josuke.

-No paran de mirarme y hablar de mi, y las chicas ya no me hablan-

Lágrimas amenazaban con empapar las mejillas de Kioko.

-No pasa nada, en clase, trata de centrarte en tus resultados, y en los recreos puedes venir con nosotros- Dió como solución Koichi.

-Gracias chicos- Kioko salió corriendo a su próxima clase.

En el recreo, tal y como propuso Koichi, Kioko se fue con los chicos.

-Matsumoto-san ¿Cómo va tu día?- Preguntó Okuyasu.

-Podría ir mejor, pero; también peor- Kioko sacó su desayuno y se sentó en el suelo.

Los chicos imitaron su acción sentándose en corrillo.

-Bueno, piensa que solo te quedan 3 horas- Dijo Okuyasu mirando los desayunos de los demás.

-Toma, Okuyasu- Kioko partió su sándwich por la mitad y se lo entregó.

-Gracias- Habló con los ojos llorosos.

-No puedo permitir que uno de mis kōhais muera de hambre-

Al otro lado de la ventana, un chico de segundo año, observaba a los cuatro chicos tomar su desayuno.

{°°•}

Al regresar a clases, Kioko le preguntó a un chico sobre la tarea de matemáticas.

-Hola, ¿Eras Hazamada? Necesito la tarea de matemáticas, no la entiendo-

El pelinegro se quedó observándola detenidamente.

-Claro, Matsumoto- Sonrió mientras sacaba su cuaderno.

𝙼𝚒 𝚙𝚛𝚘𝚢𝚎𝚌𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝚊𝚛𝚝𝚎𝚜 ||•ᴶᵒˢᵘᵏᵉ ˣ ᴼᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora