Capitulo 12

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La comida en casa de su padre fue tranquila. Hubiera estado lleno de silencio incómodos si no fuera por Sejeong quien hablaba feliz de tener a la familia reunida.

Sejeong era el mejor ejemplo que las madrastras no eran crueles como se decía en los cuentos. Cuando la conoció, Namjoon tenía 5 años y realmente pensó que sería malvada, pero aguantó el miedo porque hace mucho tiempo que no veía a su papá feliz.

Recuerda muy bien cuando era pequeño que se cayó de su bicicleta y no había nadie a su alrededor, empezó a llorar por el dolor y la soledad. De la nada Sejeong llegó con un botiquín para curarle la herida y lo abrazó consolándolo. Se sintió muy cálido.

Otro temor que tuvo Namjoon fue cuando se enteró que iba a ser hermano mayor, pensó que sería reemplazado pero cuando vio al bebé y lo dejaron cargarlo supo que sería su perdición, lo protegería a toda costa.

Nunca se imaginó que años después hubiera fallado, su hermanito se estaba sacrificando para que Namjoon fuera libre pero ¿a que costo?

Llego a su edificio de departamentos cabizbajo, su mente no dejaba de pensar. Fue interrumpido cuando alguien chocó con él e hizo sonido al caer, bajo la vista noto al pequeño rubio en el piso y rápido fue auxiliarlo.

-¡Jimin! ¿Estas bien?

-Si, que pena. Estaba distraído. Y choqué contigo, que macizo eres hyung.

El pequeño chico riéndose tímidamente se sacudió el polvo de su ropa y se agachó para recoger sus cosas con ayuda de Namjoon.

-Niño te he dicho que pongas atención al moverte. Aunque debo admitir que también estaba distraído.

-No se preocupe, es la gravedad la que está en mi contra.

Jimin sonrió formando unas medias lunas en sus ojos, una vez le confesó a Namjoon que cuando sonreía así no veía.

-¿Comiste algo? -le preguntó Namjoon.

-Aún no, conseguiré algo de camino al trabajo.

-Toma.-Namjoon sacó un par de billetes-. Compra algo, estás muy delgado.

-Namjoon no puedo tomarlos.

-Por favor, estaré preocupado si no los tomas. Asegúrate de comer algo rico.

Jimin tragó saliva, no quería pero terminó tomando el dinero e hizo una reverencia.

-Gracias hyung. ¿Está todo bien? Te ves como preocupado...

-No es nada Jimin. Solo tengo muchas cosas en la cabeza.-El Rubio asintió poco convencido-. Mejor dime ¿tú cómo estás?

-Lo mismo de siempre...

-¿Vas para tu trabajo?-preguntó pero ya sabía la respuesta-. Te lo he dicho antes, puedo conseguirte turno en la tienda...

-Namjoon agradezco mucho tus intenciones pero ambos sabemos que no ganaré lo suficiente.

-Pero es más seguro. No tendrías que trabajar de noche.

-Lo sé pero confío en Taemin, el no dejará que algo me pase.

-Solo ten cuidado Jimin.

-Siempre lo tengo. Debo irme, gracias por esto...

Hizo nuevamente una reverencia en agradecimiento y se salió del edificio.

Namjoon subió a su departamento. Se tomó una ducha rápida, mandó un mensaje de texto y se tiró en la cama. Ya no quería pensar más, al menos no por ese día.



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