Capitulo 2

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Seokjin llego rápidamente a la gasolinera. Le había tomado un minuto en reaccionar sobre lo que le había dicho a su amigo. Dos minutos más en pensar en donde conseguiría un acompañante y otros dos más para considerar arriesgarse y volver a la gasolinera.

Era arriesgado y un muy posible rechazo. No tenía nada que perder, tenía que intentarlo. Estaciono y entro casi corriendo para hacerlo rápido, como quitar una bandita. Al entrar el chico no estaba en la caja, pero no tardo en encontrarlo acomodando unos paquetes de ramen en sus estantes.

El chico de gorra volteo a verlo con cara de confusión, había visto hace menos de 15 minutos y el chico guapo del carro bonito estaba de nuevo en su tienda. ¿Cuáles serían las posibilidades?

-¿Qué harás mañana? - Dijo un muy alterado Seokjin.

-Ehmm... ¿Trabajar? - Era un hecho no sabía porque lo dijo dudando.

-No lo hagas, se mi acompañante mañana y te pagare el doble...no, el triple de lo que ganas en el día. Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?

El chico bonito sonaba decidido y cualquiera en su lugar aceptaría inmediatamente, pero a él le faltaba mucho contexto para poder aceptar.

Dejo lo que estaba haciendo y se acercó al chico alterado, lo tomó de los hombros y dio media vuelta a su cuerpo, después lo guió hasta la mesa que tenían para las personas que comían ahí. El chico sin decir ninguna palabra se dejó guiar y solo lo observo. Posteriormente le sirvió un café y se lo acerco. El chico lo vio dudando y el solo sonrió mostrando nuevamente su hoyuelo.

-Tómalo, la casa invita.

Seokjin tomo con cuidado el vaso para no quemarse y evitaba verlo a la cara. Seguro era vergonzoso llegar con un extraño y preguntarle sus planes de repente.

-Me llamo Kim Namjoon. ¿Cuál es tu nombre? -Le pregunto buscando su mirada. Cuando sus ojos se encontraron el otro chico carraspeo.

-Kim Seokjin. Se que debes estar confundido porque llegue así pero realmente necesito un acompañante para mañana.

-¿y pensaste en mi? Solo nos vimos por menos de 10 minutos.

Namjoon se rio un poco de la situación, Jin lo analizo y si, sonaba loco y sin sentido pero tenia sus razones para considerarlo. El era todo lo contrario a su exnovio. Era perfecto para acompañarlo.

-Tengo mis razones...-Dijo bajando la mirada.

-¿Y cuales son? - Nam espero pacientemente la respuesta.

-Es la fiesta de compromiso de unos amigos cercanos y asistirán muchas personas... entre ellos alguien que no he visto en mucho tiempo...

-Oh, ¿un o una ex?

Jin alzo la vista, sorprendido un poco porque adivino rápido pero aparte de eso había algo que no había considerado. En el mundo que vivían que es tan homofobico cualquiera le hubieran dado una paliza. ¿Por qué pensó que este chico aceptaría sin saber si quiera que tenían la misma preferencia? Error de novato.

-Perdón si te ofendí, no es que me des una vibra gay... yo solo me confundí – empezó a balbucear mientras se levantaba. El chico lo tomo del brazo e hizo que se sentara nuevamente.

-No pasa nada, no me ofendiste y solo por si ocupas confirmación no tengo una preferencia. - Jin asintió un poco aliviado.

-Se que suena extraño pero ocupo un acompañante para este evento, podría haber ido con cualquier persona pero tal vez una persona extraña que no es mi tipo podría ayudar...

Jin hablo muy rápido y Namjoon alcanzo a escuchar que no era su tipo... eso le dolió, no es que esperara algo pero descartarlo en automático sin conocerlo era una ofensa. Eliminando eso aún así estaba intrigado de toda la situación.

-...Entonces... ¿Aceptas? -Pregunto nuevamente aun sin responder la pregunta que Namjoon.

Namjoon lo pensó, el evitaba los problemas y aunque fuera muy atractivo la persona frente a él tenia un cartel con esa palabra iluminada. Le faltaban detalles pero esperaba poder aclararlos en algún momento.

-Esta bien, acepto.

Jin chillo emocionado y juraría que se contuvo de abrazarlo. Intercambiaron teléfonos y quedaron de verse al día siguiente para ver como se vestirán. Seokjin le enviaría la dirección de donde quedarían.

Cuando se fue de la tienda Namjoon procedió a buscar al chico en internet y quería golpearse en la pared. ¿En que estaba pensando? Kim Seokjin heredero de KMOON una empresa famosa por producir y distribuir películas en el país y parte del continente asiático. Maldecía porque el apellido Kim era muy común y había pensado que Seokjin solo era una persona rica mas sin nada que hacer.

Hizo un cambio de turno con su amigo Jackson quien estaría por la noche, intercambio unas palabras con el pero no le comentó lo ocurrido unas horas antes.

Si Jackson hubiera estado en turno ¿El hubiera tenido la oportunidad con Seokjin? Quito esos pensamientos y se subió a su camioneta para irse a casa. La tienda estaba a las afueras de Seúl y hacía un camino de 20 minutos al complejo de apartamentos donde vivía.

Iba subiendo a su departamento cuando se topó a un lindo rubio bajando las escaleras.

-Hyung, hola, ¿vuelve del trabajo? – Le preguntó el rubio con una sonrisa.

- Hola Jimin, así es. Veo que tú apenas vas al tuyo.- señaló el bolso deportivo que cargaba.

- Ehm si... es viernes y es cuando empieza a venir más gente...-dijo en un susurro.

-¿Comiste algo? - Jimin negó.- Toma traje estos onigiris de la tienda, son de los que ya no podemos vender así que fueron gratis.

-¡Gracias hyung! Se lo agradezco mucho.- lo tomó con una sonrisa.

-Jimin sabes que puedo conseguirte un turno en la tienda o ayudarte a buscar otro lugar si ya no quieres seguir ahí...

-Oh no hyung no se preocupe... estoy bien, esto es temporal... nos vemos.

Jimin bajo corriendo casi tropezándose. Namjoon solo lo observo como iba a prisa, desde que se enteró de la situación de Jimin quería ayudarlo pero este seguía negándose. No le quedaba de otra que ayudarlo trayéndole cosas de la tienda ya que no aceptaba ayuda monetaria.

Entro a su departamento y se sentó en su sillón, se sentía demasiado cansado. Empezó a pensar en las cosas que tendría que hacer al día siguiente, tal vez aceptar la propuesta del chico bonito era mal idea, pero por verlo otra vez seguro valdría la pena.

Al día siguiente Namjoon se despertó algo ansioso por lo que le depararía el día. Hizo su rutina de ejercicio en casa ya que no podía ir al gimnasio, desayuno y tomó una ducha. Le entregó las llaves de su camioneta a Jungkook ya que había accedido a cubrirlo por el día, lo menos que podía hacer para agradecerle el favor y no pedir explicaciones era darle en qué moverse.

En un trayecto de casi dos horas de tomar un autobús y llegar al metro, Namjoon había llegado a su punto de encuentro. Suspiró al ver el gran centro comercial de lujo, casi pudo sentir escalofríos de pensar en entrar ahí.

Seokjin detuvo su caminar al ver a Namjoon, el pobre hombre parecía que iba a vomitar en cualquier momento. Bueno, tenía que aguantar ya que le pagaría por eso y no había tiempo para arrepentimientos. Tenía trabajo que hacer, así que acomodándose sus gafas de sol camino hacia Namjoon.

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