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Al día siguiente Edward por fin vino a la escuela y el humor de Bella mejoró bastante.

Sam y yo habíamos llegado a la escuela, así es, por orden de mi padre, Sam, un chico de la reserva, me había traído en auto a la escuela ya que mi motocicleta se había quedado estacionada en donde siempre. Salimos del auto y nos recargamos sobre la parte delantera.

- Cuídate mucho Loona -dijo sombríamente sin apartar la mirada de los Cullen. Rodé los ojos ante estos, no era la primera vez que escuchaba eso- hay grandes peligros aquí.

- Eso ya lo sé -dije cruzando mis brazos- ,tu y yo somos los más consientes sobre eso.

-Ten -dijo entregándome una chamarra de cuero- Póntela -me ordenó.

-Traigo suéter gracias.

- No me refiero al frío, me refiero a ellos -explico viéndome severamente- el olor los alejara más.

Sam era un buen chico, después de los ancianos él era uno de los líderes de la tribu y mi padre le tenía total confianza. También sabía que esto lo hacía para mantenerme a salvo, pero se sentía sofocante tanta atención.

Una vez que me puse la chamarra Sam subió al auto y se alejo de Forks. Me proponía ir a hablarle a Jacob, pero la voz de Bella me detuvo poco antes de avanzar.

- Hola Loona -me saludo bajando de su pick up- hace demasiado frío el día de hoy.

Si Bella no hubiera mencionado ese hecho no me habría dado cuenta de que varios coches llevaban cadenas en los neumáticos. La lluvia de ayer se había congelado y cubría al asfalto con una pequeña pero muy grande capa de hielo.

- Creo que tienes razón -dije, sabiendo que seguramente hoy alguien también podría venir a recogerme si el hielo no se derretía.

- Es una pesadilla vivir en un lugar con tanto frío -dijo temblando y con la nariz roja.

- Será mejor que entremos rápido a la escuela antes de que te vuelvas un cubo de hielo andante -bromeé.

Cuando la acompañe a su salón pude ver a Cullen mirando por la ventana y al ver qué era una de las pocas sillas vacías supuse que era el compañero de Bella. Sus ojos se posaron en Bella y después en mí, igual que Jasper tenía una mirada de asco hacia mi persona.

Para mí fortuna la clase de deportes de cancelo por el frío extremo que estaba haciendo en la mañana, así que tenía dos horas libres.

Jasper me llevo a un salón vacío que habíamos encontrado. Al dejar mis cosas sobre una mesa y voltear a donde estaba él me di cuenta que estaba a escasos centímetros de mi así como ayer.

- Apestas a perro, creo que tú acompañante no se bañó hoy -dijo tapando su nariz.

- Había olvidado la chamarra de Sam -me sobresalte e inmediatamente me quité la chamarra, la coloque en la parte de hasta atrás del salón y volví a donde estaba Jasper.

- ¿Mejor?

- Mucho mejor -dijo sonriendo aliviado, pero la distancia volvió a ser la misma- así puedo percibir tu aroma propio -susurro junto a mi oído así como ayer.

Decidí recargarme en la mesa que tenía a lado. Jasper avanzó hasta el escritorio del maestro y se sentó en la silla de ahí, yo decidí sentar sobre de esté de frente a él.

- Ayer me di cuenta que tú hermano es más amable con los extraños que tú. -soltó para iniciar una nueva conversación.

- Es porque Jacob no sabe nada a diferencia de Sam -baje la mirada al recordar que si Sam se enteraba de que convivía con uno de ellos me mataría.

- Siempre me pregunte cómo es que sabías que nosotros éramos... Eso -habló omitiendo su naturaleza- .y creo que mi nueva pregunta es ¿Porqué tu sabes eso y tú hermano no?

- Es una larga historia -dije soltando una pequeña sonrisa.

- Me encantan tus historias, al igual que tus preguntas -dijo viéndome fijamente a los ojos, no sabía si él estaba consciente del poder que tenían sus ojos sobre mi, pero si era así era muy bueno en lo que hacía.

- Está bien -suspiré-. ¿Por donde empezar?... Ah claro -dije recordando mi infancia-. Desde que era pequeña mi padre me contaba a mi y a los chicos de la tribu historias sobre los perros gigantes, perros que protegían a las personas de los males y peligros del mundo, nosotros los quileutes somos descendientes directos de ellos. Durante toda mi infancia escuché sobre los cara pálida, personas que atentaban la seguridad de los demás.

"Recuerdo que las historias nos las contaban durante las fogatas, eran lo mejor -dije recordando como los adultos interpretaban la historia frente al gran fuego- .Los años pasaron y todos dejaron de creer en las leyendas y las contaban con burla, pero un día revivieron  y esta vez las contaban más enserio. Sam fue el ejemplo de que eran reales ya que él fue quien se transformó primero el mismo año cuando ustedes llegaron.

"Luego de unos años yo iba a entrar a la preparatoria por lo que quise venir a Forks, siempre había sido mi sueño estudiar aquí. Cuando terminamos de hacer la inscripción mi padre me pidió hablar en privado conmigo. Me dijo "Loona tu siempre has sido alguien que creyó en las leyendas que contábamos" no sabía que tenía que ver eso, pero decidí seguir escuchando. "En Forks hay una familia de cara pálidos, son inofensivos respecto a lo que le pueden hacer a los humanos, pero alguien de la manada siempre acude al llamado del peligro"

"Sus palabras sonaban muy serias como para ser una broma. "Al igual que Sam te convertirás en un perro gigante ya que estarás más cerca de nuestros enemigos naturales. ". Eso fue todo lo que me dijo.

"En mi primer día de clases los identifique sin ningún problema y fue ahí cuando también me di cuenta de algo más aparte de que las leyendas no eran leyendas: yo no me podía convertir en un perro gigante. Decidí preguntarle a Sam sobre como es que él vivó ese proceso y luego de una junta con los ancianos todos me dieron la conclusión de que yo nunca me iba a poder convertir en uno de ello. Mi padre me pidió que guardara el secreto de ustedes solo para mí, es por eso que soy la única -excepto por Sam- que sabe sobre su naturaleza.


Cuando miré a Jasper se notaba intrigado. Me dijo que hace años habían hecho un acuerdo con mis antepasados sobre que ellos no se acercarían a la reserva y que únicamente se alimentaban de animales, mas no de personas.

Luego de eso las clases pasaron rápidamente y a petición de Bella me senté con ella durante el almuerzo.



Instinto || Jasper Hale • CrepúsculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora