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Habían pasado tiempo del fallecimiento de laena y habían pasado muchas cosas, ya que en el mismo año del fallecimiento de la hermana de su padre, el también había fallecido, Nada natural, lo habían matado, y Rhaella sospechaba de alguien

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Habían pasado tiempo del fallecimiento de laena y habían pasado muchas cosas, ya que en el mismo año del fallecimiento de la hermana de su padre, el también había fallecido, Nada natural, lo habían matado, y Rhaella sospechaba de alguien... De su madre, Rhaenyra ya que esta después de la terrible muerte de su esposo, se había casado con deamon, su tío, su amor prohibido que ahora se pudo cumplir y fueron a quedarse en Dragonstone.

Rhaella después de eso se había distanciado de su madre haciendo que Rhaenyra hiciera todo lo posible para acercarse a ella nuevamente pero su hija la rechazaba totalmente, ella amaba mucho su padre aunque decían que no lo era, el estaba ahí con ella ningún otros, solo el, así que no le importaba si era o no, por que para ella si era su padre.

Rhaella se la pasaba en sus aposentos y si no estaba ahí, estaba volando con su dragon qué era su fiel compañero, solo hablaba con sus hermanos y ahora hermanastra, qué después del accidente de Aemond se volvieron mejores amigas.

Al igual con baela pero esta estaba con su abuela.

-Fue un paseo maravilloso no lo crees Mort -Decía en valyrio Rhaella a su dragon mientras bajaba- estas libre ahora, nos vemos mañana. -Y el dragon se fue.

Rhaella nunca le a gustado encerrar a su dragon, así que desde que su dragon era pequeño se quedaba con ella, en sus aposentos y cuando creció lo dejo libre para que el vaya donde quiera, y cuando este la sentía en peligro o cuando lo necesitaba siempre estaba cerca.

Su dragon era de un color negro con espinas rojas con los ojos del mismo color , era grande, podría decirse que del mismo tamaño de vhagar.

- Hija. -Llamo una voz masculina y Rhaella ya sabía de quien era.

- No me digas así, daemon. -Respondió Rhaella fastidiada.

-¿Por qué? Me case con tú madre, ahora lo eres.

-Sería hijastra, Llamame por mi nombre -estaba caminando hacia al castillo pero se detuvo mirándolo- y deja de presumir que te casaste con tú sobrina, te vez ridículo.

- Rhaella -regaño Rhaenyra llegando. - no seas así.

-Dejala, esta su edad de rebeldía. -Habló Deamon acercándose a su esposa.

- Hija. -Exclamó Rhaenyra al verla que seguía caminando ignorando su regaño y rhella se detuvo.

- Dime. -Respondió intentando no escucharse molesta.

-Te vez hermosa con el cabello largo. -Dijo sonriendo, rhaella no respondió y se fue.

Al llegar a sus aposentos, se sentó en su escritorio mirándose al espejo.

- Pues a mi no me gusta. -agarro unas tijeras y se empezó a cortar el cabello.

- Rhaella, llego una carta de baela -Habló Rhaena entrando a los aposentos sin avisar- ¿pero que te hiciste? -preguntó sorprendida viendo a rhaella intentando cortar el cabello.

SEMPITERNO | 𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝑫𝒓𝒂𝒈𝒐𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora