Otra oportunidad|Karol G y Feid|

Capitulo 31

"Las marcas de la lectura."

Carolina
- Dios. - Es lo único que sale de mis labios, al tocar el frío piso de la habitación.

A pasos torpes me encamino al baño con cierto pesar y algo de dolor en todo mi cuerpo, en especial en la parte baja del abdomen. Al llegar al baño, me restriego los ojos sin ningún tipo de cuidado dando un bostezo mientras posiciono mis manos en el lavadero.

Al abrir mis ojos por completo, alzó la mirada para verme al espejo mientras busco mi cepillo de dientes con algunos tropiezos. Al levantar la mirada y chocar con mi reflejo en él espejo, no puedo evitar abrir mis ojos inmensamente al ver todas las marcas de mi cuello. Tenía chupetones de toda clase, rojo inmenso, violetas, amarillo extrano y algunos leves que se pueden disimular pero mi cuello estaba forrado de marcas.

Empiezo a tocar mi cuello con suavidad examinando las marcas con exactitud. Doy un suspiro exhausta.

-Esto es increíble. - Me digo a mi misma pasando mis manos por mi cuello. Solo niego con la cabeza pensando en como putas voy a cubrir todas estas marcas que ese hombre me dejó.Me hecho hacia atrás chocando con la pared dando un largo suspiro, pero este se convierte en un chillido de dolor al sentir como mis glúteos chocan la pared. - Putas.- Pronunció. Paso mis manos por mis nalgas acariciandolas para aflojar él dolor pero cuando toco un punto en específico siento un dolor.

Alzó la camisa que traigo puesta con cuidado y mi boca se abre formulando una "O" en su totalidad, al ver que mis nalgas estaban rojas con algunas marcas violetas junto con los chupetones que se encontraban en esa zona. Al igual que en mi espalda se veían algunas marcas de apretones y chupetones. Y más arriba de la camisa al ser alzada, exponiendo mis senos se podían ver más chupetones alrededor de mis pezones.

Todo mi cuerpo estaba lleno de marcas, cualquiera que no supiera el contexto de estas pensarían que abusan de mi o algo parecido.

Tomó una bocanada de aire para proceder a lavarme los dientes y hacer mis necesidades como pueda. Ya que con él dolor en mi parte trasera, se me hacía un poco difícil sentarme en la taza del baño.

-Maldito bestia. -Me quejo saliendo del baño con un poco de dificultad.- Esto es increíble. -Digo al ver a él causante de mis marcas, acostado en la cama, durmiendo de manera muy tranquila mientras abraza la almohada. Suspiro mientras esbozo una sonrisa formada. A pasos lentos me dirigió en dirección a la cama donde se encuentra él bello durmiente. Al llegar a su lado de la cama, agarró una almohada y se la estampo directamente en el rostro haciendo que despierte abruptamente.

-¿Carolina qué te pasa? - Me pregunta desconcertado con los ojos entrecerrados.

-¡Mira como me dejaste! - Me jalo la camisa para que pueda ver todas las marcas que cubren mi cuello. Él me sigue mirando desconcertado mientras se restregaba los ojos con suavidad, se va acomodando en la cama quedando sentado. Yo lo miro con determinación y firmeza, lo que hace que él se quede aún más extrañado.

-Primero que nada.- Hace una pausa para mirarme.- Eso lo pediste tú, no recuerdo oir quejas la noche anterior. -Lo miró indignada.

-Mira como me dejaste el cuerpo lleno de marcas.- Le sigo reclamando.

-No seas exagerada, solo fue en el cuello y fue poco.

-Poco?, Ja!- Me subo la camisa por completo para que pudiera ver todas las marcas que había dejado sobre mi cuerpo.- Eso te parece poco Salomón?, y ahora como voy a salir de esta habitación. Además, de que me duele todo el cuerpo, eres un salvaje.

El me mira sorprendido por unos segundos. Abre la boca para decir algo pero la cierra mientras niega.

-Yo...-Hace una pausa.- Anoche no se estaba quejando de todas las marcas que le dejaba. Al contrario me pedía más y que la jodiera toda, eso salió de sus labios mi amor.- Dice mientras me señala dando una sonrisa burlona. Me sonrojo ante su comentario poniendo los ojos en blanco.