Capitulo 12

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El corazon y el cuerpo saben lo que quieren.

Carolina

Mientras nos besamos siento como Salomón mete su mano dentro de mi falda, me estremezco al sentir sus manos frías más arriba de mis muslos, vuelva a dar tiernos besos en mi cuello, acto que hace que jadee de placer.

-Me encantas- Me dice al oído mientras aún da pequeños besos en mi cuello, deja de darme besos y me mira fijamente buscando mi aprobación para pasar al siguiente acto, yo me limito a asentir para luego proseguir a quitarle la chaqueta que traía puesta.Él empieza a desabotonar mi camisa con cuidado sin ningún tipo de prisa, eso hace que sonría, cuando mi camisa está completamente desabotonada siento algo de pena que él me vea de esa forma, no es la primera vez que hago algo como esto pero si mi primera vez con él. La camisa se desliza por mis hombros hasta llegar a mis brazos quitándosela por completo.

Nuestros labios vuelven a chocar moviéndose de una manera lenta, solo estamos hundidos en nosotros mismos, siento que en él mundo solo somos nosotros y nadie más.

Él se quita la camisa y me sonrojo al ver su abdomen totalmente descubierto, me salgo de su regazo,me arrodillo en la cama y hago que se recueste en ella, tengo él atrevimiento de inclinarse y darle un beso en los labios para luego bajar a su abdomen para darle besos humedos, escuchó un suspiro de parte de él y eso hace que sonría triunfante. Vuelvo a subir mis labios a los suyos los cuales vuelven a chocar, él nos vuelve a acomodar en la cama y pasa sus manos por mi falda la cual en un abrir y cerrar de ojos desaparece en algún lugar de la habitación.

-No se me hace justo que yo sea la única en ropa interior bebe.-Le digo de manera coqueta, él se muerde el labio y se empieza a desabotonarse los pantalones, cuando se los quita por completo puedo ver que dentro de esos boxers hay una gran erección, suspiro de tan solo imaginar que me hará este hombre.

-Contenta?- Me pregunta con su voz ronca, yo solo asiento mientras lo agarró del cuello para que me vuelva a besar.

Cuando nos separamos del beso que tuvimos algo subido de tono siento como pasa sus manos por mi brasier el cual desabrocha, al desabrocharlo él baja las tiras de mi brasier de manera suave sin ser brusco, cuando me lo quita por completo no puedo evitar sentirme nerviosa, él parece que sabe que estoy nerviosa,se sienta detrás de mí empieza a dar tiernos besos por mis hombros, me vuelvo a estremecer ante su contacto él cual me esta empezando a gustar más de lo normal. Siento una de sus manos pasar por mi pecho y parar en uno mis senos, gimo al sentir como lo aprieta de manera suave, él me tomó de las mejillas para que lo voltee a ver y me vuelve a besar de manera apasionada, sus besos empiezan a bajar por mi pecho hasta llegar a mis senos, uno de ellos es atacado por la lengua de Salomón, ante ese acto gimo de manera alta, él sigue pasando su lengua por mi pezón y yo no puedo evitar gemir alto, cuando él se separa me quejo al no sentir ese placer.

Salomón se posiciona al frente de mi, me recuesta en la cama y empieza a darme besos por todo el abdomen hasta llegar a mis bragas, él me da una mirada buscando aprobación la cual se la doy sin titubear, él bajó mis bragas sin ninguna prisa y las tira por algún lugar del cuarto, sus besos siguieron bajando hasta mis piernas, rei un poco al sentir cosquillas, él me ve y me sonríe.

-Eres tan hermosa.-Dice mientras me acaricia la mejilla y me da un pico en los labios.

Él se pone de rodillas en la cama y se empieza a quitar el boxer, al verlo completamente desnudo no puedo evitar sonrojarme, doy un suspiro y a la vez me muerdo el labio al verlo de esa manera. Salo se agacha y me empieza a dar besos en mi zona intima, gimo de placer al sentir sus labios en esa zona, pasa sus manos por mis muslos y hace que abra mis piernas, veo su cara de satisfacción y eso para mi es suficiente para sentir más confianza. Su lengua pasa por mi clítoris y no puedo evitar jadear y gemir ante su lengua la cual se siente demasiado de bien en ese lugar, siento que en cualquier momento moriré de placer. Siento que su lengua se mueve de una manera que no puedo evitar abrir aún más las piernas, agarró la cabeza de Salomón intentando buscar más placer,me quejo al dejar de sentir su lengua pero esa queja es reemplaza por un chillido de mi parte al sentir un dedo en mi interior.

Otra oportunidad|Karol G y Feid|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora